Garrison Proud

Keith Kogane

El ansiado fin de semana que Katie esperaba tan ansiosamente finalmente llegó, pero el nuevo anuncio del evento competitivo cambió las cosas, los fines de semana normalmente la academia quedaba casi vacía, en especial si se hablaba del primer fin de semana. Los cadetes de cursos superiores se ponían de acuerdo con sus amigos para salir a la ciudad y ponerse al corriente en sus vidas y contarse lo que habían hecho durante las vacaciones, y los cadetes de primer año aprovechaban para conocer los alrededores y los que venían de otros lugares disfrutaban conocer la ciudad llenas de lugares para divertirse, por lo que si todo salía como pensaba al día siguiente tendría la biblioteca para ella sola.

Había comentado su plan con sus compañeros, pero ellos habían decidido ir a la ciudad, Hunk pensaba que podría encontrar lugares donde conseguir materiales para modificar su nave una vez se las entregaran y Lance que no era fanático de los libros había decidido que le sería más útil al chico que a la chica, cosa que ambos estuvieron de acuerdo, más evitando levantar sospechas entre los demás compañeros, puesto que todos tenían la pista sobre ellos después de la escena de la cafetería, decidieron esperar a que casi todos hubieran salido a sus propias excursiones antes de partir. Katie los acompañó hasta la entrada y de inmediato se dirigió a la biblioteca que como en sus sueños estaba completamente desierta.

Se tomó su tiempo en pasear entre las estanterías, aspirando y disfrutando el aroma de los libros, estaba en su lugar ideal para estar, más tan perdida estaba en sus pensamientos que no notó al joven frente a ella y chocó contra ella, cayendo al suelo.

— Lo siento, no me fije por donde... — se disculpó avergonzada, pero la frase quedó flotando al ver la identidad de la persona con quien había chocado.

— Fue mi culpa — se disculpó de regresó el chico, mientras le ofrecía su mano para levantarse.

Katie nunca había estado tan cerca de Keith antes, por primera vez pudo ver sus grises azulados de cerca y de alguna forma le parecieron familiares, tomó su mano para ayudarse a levantar más compartieron un silencio incomodo al no saber qué decir, hasta que Keith fue el primero en romper el silencio.

— Eres Katie Holt, del equipo omega.

La chica asintió.

— Tu eres Keith Kogane, del equipo alpha.

Los chicos se sentían tontos, solo habían mencionado hechos que conocían sobre el otro porque no se les había ocurrido mencionar otra cosa y era clara la rivalidad que ambos equipos habían desarrollado.

— Tus amigas no están contigo — observó Katie, más para sí misma que para entablar una conversación.

— ¿Quiénes? — preguntó el chico, pero rápidamente unió puntos y pasó los dedos por su cabello con nerviosismo — Oh, sí. Ellas. Ambas fueron con sus familias por el fin de semana. Tú tampoco estas con tus compañeros.

— Ellos fueron a la ciudad — explicó la chica, pero al notar la mirada de curiosidad del chico se vio obligada a inventar una excusa para evitar que sospechará lo que estaban planeando —. Dijeron que querían conocer los alrededores, parece que nunca han visitado la ciudad.

— Ya veo — contestó el joven desviando la mirada, en realidad no parecía muy interesado en lo que ellos pudieran planear.

— ¿Qué haces aquí? ­ ­— La chica al fin se armó de valor para preguntar lo que había cruzado su cabeza en cuanto lo había visto, pero el chico no era tan crédulo como espero.

— Podría preguntarte lo mismo.

— Solo quería leer algo, conozco poco el modelo de aerodeslizador que usaremos y creí que podría familiarizarme con él, ya sabes, es mejor empezar a prepararnos si queremos impresionar a los invitados.