Sonreír lo delataba pero no podía evitarlo cuando veía al pequeño de cabello rubio. Simplemente no podía apartar la vista de sus movimientos veloces tras la barra. Llevaba quince minutos desde que había pedido el café y no era que se lo conociera por ser paciente, más bien lo contrario pero con Tweek podía tener todo el tiempo y paciencia del mundo.
Era tan hipnotizante el sólo observarlo que incluso gruñó cuando oyó el pitido del celular, igual apartó la mirada y reviso el aparato.
Fue sólo un momento
—lo siento lo siento lo siento! Seguro está caliente y soy un descuidado Oh Craig lo siento!ven seguro en mi cuarto tengo una sudadera para ti perdóname por favor...!—Todo fue tan rápido que el de gorro azul se vio subiendo a trompicones y de dos en dos los escalones a la casa del menor. El arrastre de este era fuerte y no paraba de lamentarse mientras recorrían la casa.
Pero Craig sólo sentía que en cualquier momento sus mejillas soltarian chispas por el choque eléctrico de sus manos unidas. Aunque tal vez era el café ardiendo en su sudadera.
—De seguro tengo alguna por aquí...—sus manos se separaron cuando el rubiecito comenzó a buscar por todo su desordenado cuarto algo para prestarle al chico que le gustaba.
—idiota—murmuró el más alto levantando ambos brazos para quitar de su cuerpo la pegajosa prenda—¿para que coño te trajiste la cafetera aquí?—pregunto viendo la jarra abandonada junto al chico arrodillado con medio cuerpo dentro del armario.
—nunca se sabe cuando se pueda necesitar el café Craig—reculo fuera del mueble con una sudadera verde en la mano. Se paró y extendió hacia el moreno la prenda con una sonrisa nerviosa al sentirse pequeño frente a su pecho descubierto.
—realmente eres idiota—se rió en su cara—eso no te entra ni a ti—
Primera provocación
—¿¡que no!?—el pequeño de ojos olivo tiro de su camiseta hacia arriba quitandosela para ponerse la otra. Su boca formó una o perfecta.
No le entraba
—te lo dije—murmuró Craig. Se sentía ansioso, tal vez arriesgaba demasiado pero el juego ya había comenzado. Se acercó a su acompañante y levantó su cabeza acariciando con el pulgar su mentón.
Y pego sus labios
Ya había sido suficiente espera. Necesitaba eso hacía mucho.
El chico Tweak sintió la adrenalina recorriendo su cuerpo como una descarga a primera hora.
Como si los labios de Craig fuesen su cafeína
Pequeños mordiscos por parte del moreno no tardaron en aparecer y el de ojos verdes, alterado por la cafeína, no tuvo más opción que tomar por los hombros a Craig frenando su beso. Este gruño y se apartó apenas con un rostro lascivo.
—no te pongas nervioso que me irritas—Tweek sonrió. Era el Craig de siempre, de carácter tosco y seco. Un quejidito salio de su boca cuando sus piernas no tocaron el suelo sostenidas por los firmes brazos del Tucker. Su boca murmuro sobre la suya en un susurro bajo, como un secreto de ambos—¿quieres que te folle?—
—s..si!—se cubrió la boca. La respuesta había salido disparada de su garganta con una firmeza que no era propia de él. Sintió el movimiento y como el agarre se aflojaba para dejarlo boca arriba sobre su suave cama.
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Café caliente --Oneshot lemon--
RomanceLo que menos se espera Tweek es la dulce venganza de Craig, quizás la disfrute.