Tormento

34 7 1
                                    

Disparas dardos de veneno
Hieres mi orgullo sin consuelo

Presencias aquel momento
Sin vacilar ni un segundo
Disfrutas mi dolor profundo

No es la primera vez que me dañas
Ni la última que perdono
Cual siervo ciego regreso
a tus pies
mi cruel tesoro

Debí haber aprendido la lección
Pero este tormentoso amor
Se convirtió en una adicción.

Versos quizás Perversos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora