NARRA CAROLINE
Ella no está al mando de todo esto, ¿no? Vamos, es sólo Leyla Collins, la perra rubia del instituto.
Le pasaron una silla, la que ella arrastró cerca de mí y se sentó allí como la más fina dama.
—Ese papel ya no te queda, Leyla.
— ¿Y a ti si, Carol? ¿Qué se siente estar por debajo ahora?
—¿De qué hablas?
—¿Te gusta tu nuevo ambiente? —miró todo a su alrededor, irónicamente "todo" era la nada absoluta— Digo, el piso húmedo, la oscuridad, la falta de muebles, la falta de lujos, la cuerda en tus manos, tirada en el piso... Es una escena tan familiar, Manson.Seguía sin entender de qué demonios me hablaba, tenía la mirada perdida, como que si no fuera a mí a quien se dirigía, como si no fuera a mí a quien quisiera tener aquí de rehén.
—Te mereces esto y más, me quitaste lo más importante que tenía, era todo para mí...
—¿Un puesto en el equipo? Tu sola desapareciste, no me culpes a mí por eso.
—¿¡Quién habla del equipo?! ¿En serio crees que todo esto es por un maldito puesto en el equipo?
—¿Por qué más lo sería? —cuestioné más confundida.
—El papel de tonta nunca queda bien, Manson.... Tú lo sabes, lo sabías y nunca abriste la boca, esto también es tu culpa.
—Sigo sin entender, Leyla... Sé más clara, por favor.
—¿Más clara? Veamos sí este nombre te parece lo suficientemente claro, ¿qué me dices de Cecile?
—¿Cecile? —tardé un poco en recordar, mi mente estaba totalmente nublada— Demonios, Cecile...
—Sí, Cecile Collins.
—¿Collins?
NARRA JAY
Esto es demasiado peligroso, ¿lo más lógico no sería esperar a la noche a que los especialistas hicieran lo que deben hacer y ya?
No estaba asustado por mí, sino por lo que podría pasar, no sabemos quién está dentro, pero nosotros estamos aquí, jugando a ser detectives policiacos tras Carol, adentrándonos en la boca del lobo.
—Por favor, no nos separemos —pedí una vez más a Alex y Bruno.
—Jamás estuve aquí, no me iría por mi cuenta.
—Tranquilo Bruno, la idea no es enfrentarlos, sino llevárnosla y ya.
—¿En serio crees que será tan fácil? Son unos delincuentes, Alex, podríamos morir aquí.
—Jay, por favor... Nadie va a morir, todos estaremos bien.
—No presiento que eso sea así, deberíamos salir de aquí.
—¿Tienes miedo? —sonrió burlón mientras avanzábamos en los escabrosos pasillos de la finca— Eres tan tierno, amiguito.
—No te rías de mí, Alex, en serio no tengo buenos ánimos justo ahora.
—Mírame —me obligó a mirarlo poniendo su mano sobre mi nuca—, estaremos bien amigo, te lo prometo —palmeó mi hombro y me regaló una sonrisa más, en esta ocasión, una de esas que te tranquilizan un poco. Desordené su cabello de princesa y seguimos avanzando.
Alex y yo crecimos juntos, jugamos juntos, dimos nuestro primer beso el mismo día a la misma chica, sí, no es algo de lo que estamos orgullosos, pero ¿qué podíamos esperar? Teníamos doce, en ese momento para nosotros fue lo mejor, después nos dimos cuenta de que la más "cabrona" no fue nadie más que ella que se ligó a dos chicos el mismo día. Yo fui de copiloto en el primer auto que manejó, él fue la primera persona en enterarse que ya no era virgen, cuidamos juntas de nuestras pequeñas princesas sin esperar que una de ellas se hiciera eternamente mía al crecer, él aumentaba en sus listas de útiles los míos para que pudiera estudiar, yo le enseñé el valor del trabajo, él me enseñó lo que era la familia. ¿Mejor complemento? No, nunca. Y aunque yo tengo mi familia y él la suya, no hay manera de negar que somos hermanos. Ellos siempre tendrán algo de Williams y yo siempre tendré algo de Manson, al final de cuentas ¿qué son los apellidos cunado hay de por medio toda una vida juntos?
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Infiltrada [EN EDICIÓN]
Novela Juvenil¿Quién en su patética vida no ha jugado Verdad o Reto? ¿Quién en su miserable vida no se ha arrepentido de elegir reto? ¿Quién en su estúpida, asquerosa y cruel vida no le dieron en el clavo a la hora de dictar el reto? Pues a mi, Caroline Manson, s...