CAPITULO 1: EL ACCIDENTE

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Todos hemos tenido caídas que nos obligan a levantarnos y ser más fuertes. Bueno, esta historia comienza con un joven que no solo sufrió una caída que lo hiso fuerte y que también cambia su vida para siempre

Arturo, un joven que llevaba una vida común, normal como la de cualquier otra persona. Tenía 13 años cuando sucedió. Estudiaba en la secundaria de la localidad en la que vivía, cursaba el segundo grado de tres que sí que pasar. Durante su estancia en la primaria conoció a un niño llamado Luis con el cual forjó inmediatamente una amistad que duro hasta la secundaria, en esa escuela conoció a otros chicos: Oscar y Diego, llego a considerar a los mejores amigos, a Luis, debido al tiempo que se conocía, lo llamaba hermano. Todos convivían de manera alegre, simpática y amable, lograron saber por qué eran tan amigos, ellos pensaban, actuaban y decían las mismas cosas, era como si se sincronizaran perfectamente además de lo que degustaban de lo mismo: música, comida, videojuegos, etc. ., la actitud era en lo único que llegaron a diferir, no demasiado pero si un poco. Su actitud y forma de ser los llevo a estar en un lugar social envidiable, todos los amaban, muchos querían ser amigos, querían pertenecer a su grupo social llamado "Los maestros". Ese pequeño grupo tenía todo lo que necesitaba en cuanto a trabajo en equipo, tenía la inteligencia, creatividad, perseverancia, optimismo y sobre todo la compatibilidad, no necesitababan de nadie más. Estar en ese grupo no significaba que no se relaciona con otras personas, hubo compañeros con los que también llegaron a convivir: Jessica, Zuleyma, Nancy y Roberto. Ese pequeño grupo tenía todo lo que necesitaba en cuanto a trabajo en equipo, tenía la inteligencia, creatividad, perseverancia, optimismo y sobre todo la compatibilidad, no necesitababan de nadie más. Estar en ese grupo no significaba que no se relaciona con otras personas, hubo compañeros con los que también llegaron a convivir: Jessica, Zuleyma, Nancy y Roberto. Ese pequeño grupo tenía todo lo que necesitaba en cuanto a trabajo en equipo, tenía la inteligencia, creatividad, perseverancia, optimismo y sobre todo la compatibilidad, no necesitababan de nadie más. Estar en ese grupo no significaba que no se relaciona con otras personas, hubo compañeros con los que también llegaron a convivir: Jessica, Zuleyma, Nancy y Roberto.

Arturo era hijo de padres humildes, tenía dos hermanos mayores: Nubia y Noé. Cuando la escuela estaba en una escuela secundaria, su padre también le ayudaba porque tenía un trabajo de asistente en una pequeña cooperativa dentro de la escuela. escuela. Llevaba una rutina estricta que duraba de lunes a viernes, los fines de semana no eran muy diferentes de los días hábiles. Cuando tenía un poco de tiempo libre dibujaba o escuchaba música, ¿Qué música? Pues le gusta el rock, el metal (algunos subgéneros), la electrónica y el rap (dependiendo del artista y la letra de la canción).

Como su madre vendía productos que no tenía en la pequeña localidad en la que vivía (un pueblo) tenía que transportar a la capital, la ciudad de Chilpancingo, en donde comprarba su mercancía y regresaba. Un día común y corriente se descubrió Arturo haciendo sus necesidades, su madre lo llamó y le pidió que fuera a la ciudad a comprar algunas cosas, él ya había viajado solo algunas veces así que no se opuso y acepto inmediatamente. Para llegar a la capital (como no tenía automóvil) viajaba en autos llamados Urvan. Llegó a donde encontré las chicas y el mundo una vez que llegó el número 7 a la altura de la llanta, lo miro y lo subió, la gente extraña que necesitaba la necesidad de ver el número que nunca antes había sentido. Su viaje fue normal, llego a la ciudad, compro lo que tenía que comprar y en una calle a lo lejos se veía como un vehículo era perseguido por otro, ambos iban a ser de alta velocidad impactando con los otros vehículos que se encontraban en la calle, en la noche normal después de todo no podía hacer nada para evitar aquello. Llegar al lugar en donde se encontróban las Urvan, abordo de nuevo la número 7, no hay raro que se fuera en la misma Urvan que lo trajo, que sea raro que, de nuevo, se haya fijado en el número. Justo antes de subir a un fuerte mareo, a su puerta para evitar caer, a los ojos que se agarraron al parapeto y se quedaron como imágenes en su cabeza de pronto aparecieron, fragmentos de lo que se podía decir era un accidente del automóvil, no era muy claro, el chofer, que se encontraba a su lado le pregunto Ambos fueron a alta velocidad impactando con los otros vehículos que se encontraban en la calle, en fin, en la normalidad después de todo lo que no podía hacer para evitar aquello. Llegar al lugar en donde se encontróban las Urvan, abordo de nuevo la número 7, no hay raro que se fuera en la misma Urvan que lo trajo, que sea raro que, de nuevo, se haya fijado en el número. Justo antes de subir a un fuerte mareo, a su puerta para evitar caer, a los ojos que se agarraron al parapeto y se quedaron como imágenes en su cabeza de pronto aparecieron, fragmentos de lo que se podía decir era un accidente del automóvil, no era muy claro, el chofer, que se encontraba a su lado le pregunto Ambos fueron a alta velocidad impactando con los otros vehículos que se encontraban en la calle, en fin, en la normalidad después de todo lo que no podía hacer para evitar aquello. Llegar al lugar en donde se encontróban las Urvan, abordo de nuevo la número 7, no hay raro que se fuera en la misma Urvan que lo trajo, que sea raro que, de nuevo, se haya fijado en el número. Justo antes de subir a un fuerte mareo, a su puerta para evitar caer, a los ojos que se agarraron al parapeto y se quedaron como imágenes en su cabeza de pronto aparecieron, fragmentos de lo que se podía decir era un accidente del automóvil, no era muy claro, el chofer, que se encontraba a su lado le pregunto en fin le normal después de todo para no poder hacer nada para evitar eso. Llegar al lugar en donde se encontróban las Urvan, abordo de nuevo la número 7, no hay raro que se fuera en la misma Urvan que lo trajo, que sea raro que, de nuevo, se haya fijado en el número. Justo antes de subir a un fuerte mareo, a su puerta para evitar caer, a los ojos que se agarraron al parapeto y se quedaron como imágenes en su cabeza de pronto aparecieron, fragmentos de lo que se podía decir era un accidente del automóvil, no era muy claro, el chofer, que se encontraba a su lado le pregunto en fin le normal después de todo para no poder hacer nada para evitar eso. Llegar al lugar en donde se encontróban las Urvan, abordo de nuevo la número 7, no hay raro que se fuera en la misma Urvan que lo trajo, que sea raro que, de nuevo, se haya fijado en el número. Justo antes de subir a un fuerte mareo, a su puerta para evitar caer, a los ojos que se agarraron al parapeto y se quedaron como imágenes en su cabeza de pronto aparecieron, fragmentos de lo que se podía decir era un accidente del automóvil, no era muy claro, el chofer, que se encontraba a su lado le pregunto

LESLAND: EL INMORTALWhere stories live. Discover now