Ya es muy tarde.

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Dieron las 4:00 y como era habitual en mi aún no había terminado de arreglarme, me retrase por 20 min, no era la gran cosa, lo bueno siempre se hace esperar, (yo justificando mi falta de puntualidad).
Al salir de casa mi madre salió detrás de mi. -Ly, hija, llevare a tu hermana a casa de Sayana y talvez lleguemos en la noche. Decia mientras se ponia un abrigo gris. (Sayana era amiga, compañera de mi hermana algo así como inseparables) -Así que te quedaras sola.
>Claro, no te preocupes. Respondí a la par que paraba un auto para salír.
Regresé a casa con Jhuân, quien llevaba puesto un blue jean, una vividy rasgada negra y van's y una patineta negra, era un aspecto muy diferente de él, su vividy dejaba ver su torso no tenía mal curpo para su edad y su tonalidad de piel era muy atractiva.
En fin, desde que entramos mantubimos una conversación amena, entre risas y bromas, Jhuân se había vuelto más abierto hacia mi y de igual manera le tomé un poco más de confianza sin darnos cuenta habia pasado mas de una hora u no habíamos echo nada.
-Creo que será mejor comenzar con el trabajo. Me dijo tras una risa de confianza mientras abría su laptop.
>Claro, vamos a mi habitación allí esta todo lo necesario.
Subimos las escaleras yo delante de el guiandolo, llegamos y nos tiramos boca abajo en mi cama.
No me había percatado de un tatuaje en su costilla que apenas se veia entre la vividy rasgada.Era lógico que el uniforme lo  cubria. No me pude controlar,
Así que puse mi mano sobre su costilla, sin pensar en lo que estaba haciendo, me invadio una curiosidad nada sana,  mientras entreabria su vividy para ver su tatuaje, el me miraba de una manera distinta, esta vez nada tímida más bien con deseo.
Con mi dedo recorrí cada trazo de su tatuaje, lo recuerdo claramente,*Always* tatuado en modo freeky, me desvié hacia su espalda, mientras él se quitaba la vividy rasgada, una voz en mi cabeza me decía detente, pero una más fuerte me gritaba ¡¡hazlo!!, tomé su laptop y cerrandola frente a él lo mire a lo ojos, sus ojos negros destilaban deseo, curiosidad, todo, menos temor.
Me besó.
Sentí que sus labios no estaban siendo controlados por cerebro, en ese momento deje de usar la razón,sus besos cada vez eran más intensos, estaba perdida el la lujuria de su cuerpo, sentí como sus labios besaban suavemente mi cuello hasta que pararon el mis hombros, con la yema de sus dedos apartó mi camisa dejando mi hombro izquierdo al descubierto, en este hombro tengo un tatuaje de 5 cuervos, y el acarisió cada uno de ellos, podía sentir su corazón latiendo con fuerza, mientras sus manos me apretaban por la cadera; me dejé llevar; en ese momento el se apodero de mí, con un impulso cabiaron las posiciones ahora me tenia acostada bajo de él mientras pasabana su mano acarisiando mi rostro, retirando el cabello que estorbaba mi vista, bajando y haciendo preción en mi cuello, y dibujando mi figura con sus manos, pasé mis manos por su espalda desnuda, dando leves rasguños a causa de la exitación de ambos cuerpos hasta parar en su cinturón mi respiración se había cortado y mis ojos se habían perdido en los suyos, en ese momento, me abrazó, y yo hice lo mismo, Jhuân se acostó a mi lado y yo arrime mi cabeza a su pecho, ambos sabíamos que no era ni el momento, ni el  lugar más adecuados.
>Perdón, no debí comenzar con esto. Exclamé mientras el acariciaba mi cabello. Me sentí tonta por seguir mis impulsos, ¿que, te ivas a acostar con un perfecto extraño? Me gritaba una voz en mi interior, me senté sobre él y me recosté en su pecho abrazando.
-Tranquila mi niña, no pasó nada no tienes porque sentirte culpable. Su voz fue tan dulce y calmada que acaricié su pecho pero no con deseo mas bien con cariño, y con la misma dulzura de sus palabras.
Me levanté y me dirijí al espejo de mi habitación era lo suficientemente grande como para verme de cuerpo completo, Jhuân se levantó y retirando mi reflejo me besó nuevamente poniedo sus manos en mi espalda una sobre la altura de mis hombros y la otra al raz de mi cadera, me sentí protejida, había sido un beso de película.


Stephen King.-
" Nos besamos pero aquello era
  más que besar. Era como
  comer cuando has estado
  hambriento, como beber
  cuando has estado sediento."
                  

Cuando las luces se apagan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora