Capítulo 4.

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— ¡Son unos inútiles, es lo que son!

Ric se disculpó con sus invitados y corrió hasta la planta baja de su inmensa mansión, preocupado y totalmente confundido.

Charlotte no solía llegar con ese genio a la casa.

— Cariño. — Murmuró cogiendo un poco de aire por su esfuerzo hecho, la rubia simplemente le dedico una mirada fría y su atención se dirigió a sus guardias, aquellos hombres fuertes y de tamaño alto mantenían su cabeza baja como cachorros regañados. — ¿Sucedió algo? — Se atrevió a preguntar Richard mientras sentía su corazón latir violentamente.

Había tantas cosas que Ashley no solía hacer, una de ellas sería enojarse con sus guardias, ella los aprecia, su trabajo es un poco complicado pero Ashley trata de hacer que sea un viaje lleno de aventuras, hicieron algo muy mal, eso esta claro.

— ¡Sucedió todo! — Tampoco solía gritar pero aquello había sacado su peor faceta, su rostro se volvió completamente rojizo y negó con la cabeza. — Lo lamento tanto, padre, no quería gritarte y de seguro tienes cosas más importante que tratar con una niña caprichosa y mal educada como yo.

— Cariño, no hay nada ni nadie más importante que tu, cualquier cosa o queja que quieras decirme... Te escucharé. — Murmuró Ric y abrió sus brazos para capturar a su hija. — ¿Algún problema en la escuela?

— Son los guardias, papá. — Ric al oír aquello sintió su corazón encoger y apretó aún más el cuerpo de su pequeña hija. — No me dejan hacer contacto con nadie, quiero conversar y ellos lo impiden...

— ¿Para que quieres conversar con ellos? Pensé que tenías suficiente con Dana. — Interrumpió Richard tratando de parar el pensamiento que nacía dentro de Ashley.

La rubia rodó los ojos, Dana era su madrastra y de lo único que podía hablar con ella era sobre política y cosas así.

Charlotte necesitaba y quería conocer más allá de su mansión, ni siquiera sabía lo era subir a un famoso autobús o como eran dentro. Sus amigos de los anteriores colegios decían que era el peor transporte público de todos, era horrible por dentro y por fuera, que necesitaba estar loca para desear entrar en esa cosa de lata llena de escoria humana.

Ashley río al recordar aquello, sin duda subirse a un autobús era una completa aventura.

— Quiero sentirme como ellos y no como una alteza.

— No puedo quitarte la protección, no sabes que mañas pueden tener...— Murmuró Ric aún con Ashley en sus brazos.

— Papá simplemente son alumnos no son criminales o terroristas, es la gente que más nos apoya y sería una buena imagen darles mi confianza.

— Lo pensaré. — Oyó una pequeña risita de su pequeña Ashley y supo que no tenía opción alguna, al parecer debía dejarla ir.

[...]

Rebecca en cuanto bajo del autobús fue objetivo de los curiosos de primer semestre, risas de algunos otros y los únicos que se acercaron a ella fue su grupo.

— Estoy bien. — Logró formular después de un buen rato parada enfrente de ellos y se sintió una completa mentirosa.

Ayer había salido todo mal y ahora estaba pagando el precio por su error.

Su cabeza estaba cubierta por una venda, su brazo estaba cubierto por yeso y su rostro presentaba pequeños raspones.

Allen y Daniel no tardaron en sacar un plumón para poder escribir o dibujar en su brazo, Rebecca no podía impedir aquello y simplemente decidió aceptarlo.

Man Killer |CHARLYNCH|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora