Aquella noche, aún la recuerdo sus ojos llenos de odio y tristeza me miraban sin compasión, el estaba ahí, podía escuchar su respiración, y sus inmensas ganas de atacarme ferozmente.
Pero lo más raro era que no tenía miedo y no podía moverme, sus ojos rojos me hipnotizaban, y hacia que entrara en un estado de trance, quería gritar, moverme o volver a dormir pero no podía, tenía una angustia inmensa dentro de mi pecho.
Cuando volví a mirarlo, tenía una sonrisa tenebrosa, se mostraba feliz, algo en mi despertó era el miedo, él o esa cosa no era normal, aquello no podía existir, pero ahí se encontraba, parado al frente mío, tratando de hacerme daño.
Al día siguiente él ya no estaba, pensé en irme donde mi madre un tiempo, pero fue inútil, esa cosa la veía en todas partes, aquella cara tan blanca como la nieve, esos ojos rojos llenos de furia y la sonrisa tan perturbante como la del gato cheshire, siempre en el mismo lugar observándome.
Cada mañana despertaba aterrorizada con su presencia, le causaba gracia verme así, pero yo ya no lo aguantaba.¿Cómo puedo arrancar de él? Sí esa cosa me perseguía día y noche ocultándose entre las sombras de un arbusto.
Un día, decidí enfrentarlo a el y a mi miedo, no sabía cómo, pero quería, necesitaba liberarme de él, tener siquiera la satisfacción de ganarle, que se marchara y me dejara en paz.
Y finalmente decidí que lo enfrentaría y decirle todo lo que pienso.
Cuando lo vi todo lo que tenía en mi mente se lo pude decir, sintiéndome aliviada en cuerpo y alma, pero él no se quedó callado rugió cómo nunca, me agarró del brazo y me llevo a un lugar que no conocía, sin salida y oscuro.
Ésa noche fue el último día que vi su rostro y el nuevo comienzo de mí locura...
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Fragmentos
Random#fragmentos Aquellas sombras que la perseguían día y noche se hacían constante en su vida, hasta ya no poder más y llegar al abismo de la locura...
