Kinky pleasures ❀ KaiSoo • SooKai

✨ Lingerie

KaiSoo

876 palabras

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Es suave.

Podía apostar a que la piel era suave al contacto de sus dedos, JongIn se regodeó del simple hecho de observarlo, porque KyungSoo era una magnífica obra de arte que adornaba su habitación parcialmente a oscuras en ese momento.

Las velas permitían que la iluminación fuera escasa, sin embargo JongIn podía observar desde su lugar en el viejo sillón que habían comprado desde que se comprometieron, la sensualidad en una sola persona.

KyungSoo era erótico por naturaleza, cada curva de su cuerpo, cada movimiento de sus manos suaves y tersas, lechosas como toda su piel, hacían que JongIn se sintiera ansioso.

ㅡ Jagi-yah... ㅡ La voz de KyungSoo sonó aterciopelada, mientras sus pies recubiertos por las finas medias blancas de encaje, se acomodaban sobre el mullido colchón. ㅡ Ven aquí...

Todo en la habitación era blanco como la pureza que JongIn estaba a punto de deshacer con sus manos, con su boca temblorosa y excitante, con cada parte de su cuerpo caliente.

Era su noche de bodas, después de todo. Se habían casado después de ahorrar lo suficiente como para rentar un departamento y hacerse de sus cosas, habían reunido el valor de decirles a sus padres y al ser rechazados, ahorraron más para casarse en el extranjero.

Era su noche especial y aunque habían dormido juntos muchas veces antes, KyungSoo estaba ahí, sentado sobre la superficie de la cama como si fuera la primera vez, como si JongIn fuera a encargarse de desflorar su virginidad y fuera a mostrarle el mundo con estrellas.

Las torneadas piernas recubiertas por las medias de encaje hicieron que la erección de JongIn creciera y palpitara bajo sus pantalones de vestir, se relamió los labios, saboreándose el cuerpo de su marido cuando sus ojos observaron las prendas níveas que recubrían su blanca piel, haciendo juego con ella.

El bordado en la lencería que KyungSoo había comprado y elegido meticulosamente para la ocasión lo hicieron sentir excitado. KyungSoo llevaba unas braguitas que apenas y cubrían parte de sus redondos glúteos, dejando casi nada a la imaginación, mientras que su pecho iba totalmente al descubierto.

Era hermoso, JongIn pensaba que era sublime de pies a cabeza, se aproximó cauteloso a él mientras que KyungSoo se recostaba sobre la cama, quedándose quieto mientras lo esperaba, mientras JongIn hundía la rodilla en el colchón y trepaba sobre su cuerpo, con una sonrisa traviesa surcando sus labios.

Lo besó con la intensidad que un amante puede comenzar un beso, pero con la capacidad de volverlo más profundo en cada segundo transcurrido, le robó el aire con cada movimiento de sus gruesos labios sobre los suyos y sus manos acariciaron la superficie de sus muslos recubiertos.

La sensación de su cálida y aterciopelada piel siendo cubierta por sus finas caricias lo puso a temblar, provocándole sensaciones que se expandieron por su columna vertebral. JongIn era dado a venerar su cuerpo con cada beso, con cada centímetro de piel expuesta a la punta de sus dedos, con cada contoneo de caderas entre sus piernas abiertas para él.

ㅡ Eres... hermoso, Jagi. Exquisitamente hermoso.

Era maravilloso sentir el toque eléctrico que recorría su cuerpo con cada roce de sus miembros erectos sobre la ropa. KyungSoo delineó la base de su cuello con besos pequeños, con lengüetazos delicados, mientras que sus manos se encargaban de deshacerse de la estorbosa camisa de manga larga.

Amaba sus brazos anchos y varoniles, recorrer las líneas de sus músculos sobre su pecho y descender hasta el estómago trabajado por el ejercicio rutinario. JongIn era un galán de ensueño y era todo suyo, estaba entre sus piernas simulando embestidas contra su bonito trasero redondo.

KyungSoo jadeó para él con los labios entreabiertos, cerrando los ojos dejándose guiar por cada giro de sus caderas. Por las manos habilidosas de JongIn que comenzaron a jugar con su ropa interior exclusiva de aquella noche.

El bajito gimió cuando su marido dejó rastros de saliva sobre sus pezones duros y prosiguió su trayecto hacia el sur, mientras él acariciaba su espalda y se aferraba a su cintura, entregándose a JongIn con cada jadeo, con cada suspiro exclusivo de él.

JongIn estaba ansioso, añoraba sentir su pene envuelto por sus paredes tibias y apretadas, pero amaba más sentir a KyungSoo en todo su esplendor, porque podía ser salvaje y follarlo como nunca, KyungSoo le provocaba eso y más con esa ropa puesta. Pero no sería así.

JongIn le hizo el amor de manera pausada, se hundió en él después de jugar con su piel y prepararlo, después de exponerlo a la locura con el toque de sus dedos. Lo embistió con ligereza, gruñendo sobre la base de su cuello mientras entraba y salía de él, mientras su marido se abrazaba a su cuerpo y jadeaba sin mesura.

KyungSoo estaba temblando, se sentía rodando en el universo de la felicidad, con los párpados cerrados pintando estrellas que sólo JongIn era capaz de crear con cada contoneo de caderas, con cada beso sobre su piel.

Era una noche especial para ambos y KyungSoo había optado por salir de la rutina, comprar un bonito atuendo de encaje y vestirse para su marido, para comenzar la más excitante de sus travesías, la de su vida junto a él, para el resto de sus días.

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Es lo más soft y light que he escrito, pero es lo que imaginé cuando pensé en lencería. Así que espero que les haya gustado un poco ♥

Mañana volvemos a las cochinadas :v