La increíble historia de como me desgracie el pelo •Yoonseok•

Único.

Fue martes el día que quedaría marcado en el calendario especial de Hoseok como: "la vez que cometí el peor error de mi vida" seguido del post it rosita de YoonGi que citaba: "el día en que Hobi la cagó horrible".

No había asistido a clases porque estúpidamente se había quedado dormido aún sabiendo de antemano que ese día tendría lección oral de Geografía y luego de mandarle un mensaje a su mejor amigo, TaeHyung, para que mintiera a su profesor diciéndole que tenía cerca de cuarenta grados de fiebre como para no asistir a aquella clase, su día se estaba volviendo aburrido de sobremanera; había limpiado los platos y barrido un poco la casa para que su madre no lo chancleara por faltar a la escuela, se había preparado una sopa en taza dado que era lo único que podía hacer en la cocina sin morir ni incendiar nada, había practicado un poco su español con aquél libro de idiomas que su novio le había regalado hace poco y finalmente, cerca de las tres de la tarde, cansado de hablar solo intentando perfeccionar su pronunciación se decidió por dejar todo y acostarse en la cama con su celular en la mano.

Instagram era una de sus redes sociales preferidas, se la pasaba siempre que tenía tiempo libre subiendo historias y publicando encuestas que no respondía ni su abuela pero que aún así seguía subiendo por mero aburrimiento, si no era el caso, presionaba el icono de lupa en la parte de abajo de la pantalla y se disponía a chismear las fotos y videos que le saltaban como recomendación.

Oh, cuánto hubiese dado por volver en el tiempo y evitar tocar esa estúpida lupita que más adelante lo haría cometer lo que para algunos peluqueros sería considerado uno de los peores delitos cabelliles.

Ajeno a esto, el inocente Hoseok del pasado se puso a mirar videos, algunos de maquillajes que siempre lograban hipnotizarlo aún si no le gustaba aquello de los cosméticos utilizados en exceso, algunos de baile que casi siempre guardaba, y otros de cocina lo cual, la mayoría de veces, intentaba evitar dado que hacían rugir su estómago al igual que un león hambriento, y considerando lo vacia que estaba su heladera, aquella situación no le favorecía en lo más mínimo.

Fue entonces que todo ocurrió, un video apareció salvajemente en la pantalla de su móvil marcando sin querer un antes y un después en su miserable vida.

Un chico moreno, de ojos claros, entre verdosos y grises, mostrándose de mitad de pecho hacia arriba, enfocando su rostro y con ello su cabello a la vez que sostenía en su mano una maquina para cortar el cabello y a continuación, en cincuenta y nueve escasos segundos, mostraba a cámara rápida lo sencillo y extraordinario que era cortarse el cabello y que quedase un estilo nuevo y auténtico, con ambos lados levemente rapados y un desorden de pelo en la parte de arriba que quedaba sorprendentemente increíble.

Hoseok era gay y amaba a su novio YoonGi con su alma, juntos llevaban cerca de tres años y un poco más de novios, y podía asegurar que a esa altura jamás tendría pensado separarse de él, pero, jodida mierda, si aquél chico del video se apareciese frente suyo en ese instante no dudaría un segundo en abrirse de piernas como toda una zorra traga nepes.

Tenía algo y Hoseok lo sabía, era algo que lo volvía totalmente irresistible incluso para un chico colado por su pareja como lo era él, y no era ese precioso color de ojos que se portaba, ni tampoco los músculos tan grandes que se le marcaban por debajo de la ajustada remera mangas largas que traía puesta, no era su sonrisa, no era su piel, ni sus grandes y venosas manos, no... Era algo más, era...

Su cabello.

Hoseok abrió los ojos con sorpresa dándose cuenta de ello, al reproducirse el video de nuevo, si,  sin aquél corte de pelo aquél chico pasaba a ser un sujeto común y corriente que para nada llamaba su atención ni podría siquiera considerarlo su tipo, pero ese corte de cabello favorecía tanto a su persona que su atracción se incrementaba en un ciento tres porciento más con solo ese cambio.