Despertó con el sonido del despertador, Marcus se encontraba rodeando su cintura con un fuerte agarre sintiendo su entre pierna tan cerca de sus glúteos.
Trató de moverse entre las sabanas girándose hasta que sus pies tocaron el suelo, dirigió su paso al cuarto de baño situado fuera del remolque y observó por unos segundos el reflejo tras el cristal.
Tocó sus labios, pasó sus dedos contra ellos mordiéndolos unos segundos, tratando de aún saborear lo agridulce de la saliva de Bill, acarició las leves y pequeñas marcas que Marcus había dejado contra su cuello y las lágrimas se deslizaron bajo sus ojos, acarició su estómago hasta enterrar sus delgadas uñas un poco y sentir lo salado entre su lengua, suspiró sintiendo el dolor contra su corazón.
-Deja de llorar- Repitió para si misma viéndose contra el espejo -Deja de llorar- Susurró abriendo uno de los tres cajones sacando el pequeño frasco de pastillas hasta tragar una y cerrar sus ojos por completo.
***-Perdió a un bebé- Aquél hombre guardo cada pequeño frasco de cristal en el maletero de cuero marrón observando al hombre pelinegro sentado en el sillón, fumándose un cigarrillo
-¿Qué?- La incredulidad se asomaba en su voz y una risa sarcástica salió de sus labios
-Como has escuchado- Acomodó sus lentes entre sus ojos y nariz, ajustándolos más que antes -Llevaba apenas unas semanas-
-¿Por qué no me lo a dicho?-
-Eso deberías preguntárselo tu-
-Se olvidó de tomar esa maldita pastilla- Se levantó molesto caminando de un lado a otro
-Ve a con ella, Marcus- Dijo elevando sus cejas al par -Ve a con ella para que te lo explique- Señaló la puerta -No debes permitir que te oculte cosas- Asintió
***-Estuve a punto de caer entre el fango- Ella rió mirando como los labios de él se curveaban al otro lado del teléfono -Y Bill, quizá si estuvieras ahí viéndo la forma de como danzo- Suspiró -Empujarías mi fuerza de voluntad para hacer nuevas cosas- Sonrió y él hizo lo mismo, quedándose en silencio por un par de segundos.
-¿Qu-qué sucedió, Bev?- Sus palabras fueron al grano y ella rió nerviosa
-¿De que estas hablando?-
-Rosenbluth- Jamás la había llamado por su segundo nombre, ni siquiera de aquella forma tan seria y fría con la que le estaba hablando ahora, ella se acomodó en su asiento estando un poco mas cerca -Puedo ver que es-estás triste- Beverly sonrió acomodando unos cuantos mechones pelirrojos de cabello tras su oreja
-Estoy bien, cariño- Entre abrió sus labios -La noche fue bastante cansada- Giró sus ojos -Conoces el temperamento de Marcus- Él hizo una mueca asintiendo para seguir escuchándola de nuevo.
***-Ven a bailar conmigo- Estiró su brazo para que ella lo tomase y así fue, por que acto seguido se levantó de la pequeña silla adornada con un cojín verde pistache y pequeños símbolos dorados para dirigirse a la pista junto a él, mientras eran vistos por la mayor parte de los invitados.
-Marcus- Rió ante sentir el fuerte agarre de los dedos estrechándose contra su cintura y él comenzó a moverse junto a la melodía con ella, las luces de las velas se borraban haciéndolas ver como destellos incandescentes y la gente desaparecía cuando las vueltas en el vals se presentaba. Él la dejó ir y venir de nuevo a sus brazos en una elegante vuelta para sostenerla aún mas cerca.
-¿Hay algo que quieras contarme?- Susurró lo que su voz pudo permitirle para no atraer la atención a algo mas que el baile. Ella le miró sin ninguna facción en su rostro y sus palabras no pudieron articularse en su garganta -¿Creíste que no lo sabría?-
Trató de safar su agarre pero le era imposible ante la mano de él
-No trates de evadir el tema, Beverly- Sonrió cínicamente -Y tampoco vengas con tus lágrimas- Se burló al ver los cristalinos ojos de ella -No aquí, no en este lugar- Le obligó a caminar entre la gente hasta el patio trasero donde las luces ya no eran visibles y las lenguas de la gente no tomarían el rumor para hacerlo mas grande.
-Me estas lastimando, Marcus- Se soltó con brusquedad y su espalda chocó contra la pared que separaba el balón con la larga y alta caída a la nada
-¡Habla Beverly!- Su grito la exaltó poniéndola aún mas nerviosa de lo normal para después pasar su mano con calidez por la mejilla de ella
-No podía hacerlo- Fue todo lo que su voz pudo permitirle decir y él se quedó en silencio
-Marcus- Ella trató de acercarse pero él retrocedió unos cuantos pasos
-¿Te has estado acostando con alguien más?- La pelirroja negó enseguida un par de veces
-No, no- Había seguridad en su voz -Sabes que no- Situó su cabeza contra el pecho de él escuchando su corazón mientras él la rodeaba con sus brazos de la misma manera.