Nee... Aizen tou-san?

Capítulo 13

Nee... Aizen tou-san?

Capítulo 13

El ambiente que se había formado en el laboratorio era tan tenso que se podría romper con una cuchara. Szayel no tenía idea de qué debia hacer o decir, sin mencionar que la intensa mirada que le daba el ex capitán no ayudaba mucho.

- eh.. pues... sabes Hikari-chan? Los sueños pueden significar muchas cosas, y es un tema con muchas interrogantes sin respuesta. Creo que no deberías preocuparte por eso, estoy 100% seguro de que no es nada importante - el pelirrosa trataba de dar el tema por cerrado.

- pero ya he soñado con lo mismo varias veces seguidas, eso no puede ser algo normal, verdad? - la menor iba a seguir insistiendo, sin embargo el castaño la interrumpió.

- Hikari, ya debemos irnos, Szayel tiene cosas que hacer, cierto? - miró al de gafas, que asintió inmediatamente.

- lo siento, Hikari-chan, es verdad, estoy un poco atrasado con algunas investigaciones - se disculpó el científico.

- Oh, entiendo, entonces será en otro momento. Hasta luego Szayel-san - se  despidió agitando su mano dirigiéndose a la salida junto al castaño - y suerte con sus investigaciones!
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Ambos iban caminando por los pasillos del palacio en silencio; Aizen iba perdido en sus pensamientos, sabía que ella tendría que saberlo, ya fuera por sí misma o por boca de él. Estaba acostumbrado a ser un mentiroso doble cara con tal de llevar a cabo sus planes, pero con ella quería ser honesto, prefería decírselo él mismo, poder explicarle con lujo y detalles porqué lo hacía.

Fue sacado de sus pensamientos debido a que cierta niña llevaba un par de minutos tratando de llamar su atención.

- Nee, Otousan, me estás escuchando? - dijo haciendo puchero mientras que le zarandeaba ligeramente el brazo al mayor.

- ah si, lo siento, que decías? - él la miró para hacerle saber que ahora si le ponía atención.

- te preguntaba si podía ir a visitar a Orihime-san - Hikari aprovechó que se encontraba con Aizen para decirle, antes de que Ulquiorra se lo comentara y él no tuviese ni idea.

- está bien, no hay problema - ya él sabía de las visitas que hacía la infante a Inoue. Cómo haría para saberlo todo siempre, sólo el Rey Epiritu sabrá.

- yey! - celebró la castaña - gracias papá - sonrió - y.. te puedo preguntar algo?

- ya lo estás haciendo - dijo burlón, y Hikari bufó - bien, adelante.

- porqué estabas tan pensativo? Traté de llamarte desde que salimos de las dependencias de Szayel-san.

- *fue tanto tiempo?* enserio? Bueno, no es nada de lo que debas preocuparte, sólo algunas cosas que debo hacer, asignar misiones y eso - le restó importancia.

- umm ok - tal vez sólo fuera su imaginación, pero tenía un muy leve presentimiento de que algo no estaba bien.

Después de un rato andando, el mayor se despidió de ella diciendo que tenía una reunión con algunos arrancars, así que ella, sin nada más que hacer, se dirigió a su habitación, donde pasó el resto del día leyendo su libro, totalmente ajena al debate mental que estaba teniendo el Emperador de Hueco Mundo que se encontraba en el salón del trono con su cabeza hecha un lío.

-*ja hace mucho no me sentía así*- soltó una amarga risa -*tal vez... lo mejor sea alejarla*- pensó, aunque era lo que menos quería.
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Al día siguiente, Hikari se levantó como de costumbre, se sentía más animada y tenía ganas de ir a entrenar con su padre o en caso de que estuviera ocupado, con Nnoitra.