Mensaje póstumo

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Rodeada en un charco de sangre,
tendiendo el cuchillo en la mano.
La oscuridad regaba la habitación,
el viento ondeaba mi cabello esangrentado.

Quien soy, porque hecho todo esto.

En el espejo, todavía intacto, se reflejaba unos ojos vacíos, fríos y sin vida.

Un alma totalmente destruida

Quería escapar de ese lugar, y de mi misma.
No podía soportar todo esta masacre.

Estaba acorralada.

Con la sangre recorriendo mis dedos, escribí mi último mensaje en aquella pared verdosa.

Todo habría acabado.

Huí hacia la ventana,
Mis gélidos pies, al borde de la muerte.

Salté, y me sumergí en un eterno y profundo sueño.

Un alma másDonde viven las historias. Descúbrelo ahora