La noche era siempre bella en la romántica París; la tranquilidad reinaba las calles y los pocos automóviles que circulaban lo hacían despacio, como si el ligero aire los llevara en un perfecto vaivén.
Marinette se encontraba lista para dormir después de un día lleno de problemas escolares, amorosos y un Akuma que sólamente complicó su día más.
—Hiciste un buen trabajo hoy, Marinette— dijo Tikki flotando frente a su portadora. —El hombre Akumatizado hoy era muy poderoso, pero gracias a que el Mestro Fu te ha enseñado nuevas técnicas de pelea, lo enfrentaste sin problema.
—Gracias Tikki. Ha decir verdad, Chat me ayudó mucho— mencionó sincera la adolescente para después extender sus delgadas manos esperando a que su Kwami roja se detuviera en ellas.
—Tienes razón, ese gato siempre te ayuda— la pequeña catarina rió bajo por su propio comentario, haciendo que la de coletas igualmente lo hiciera. —Pero ya es tarde Marinette, deberías dormir porque mañana tienes examen de Matemáticas y aunque estudiaste... — la pequeña hizo una pausa algo dramática, preocupando a la joven. —Tal vez no te vaya tan bien... ¡Es mejor dormir!
La de cabellos azabache se preocupó un poco, pero sabía que era cierto lo que su Kwami le decía: Marinette era muy hábil en las actividades físicas y en la moda, pero no lo era tanto en los números.
—Cierto, cierto... Mejor ya vamos a dormir, Tikki.
Cuando ambas se disponían a descansar, escucharon un ruido en la ventana, como si algo se estampara en ella.
***
—Adrien, ¡dame queso!— exigió Plagg, estando éste acostado en lo alto de la cabeza de Adrien, rodeado de cabellos color oro delgados y lacios. —Estoy súper cansado por transformarte tanto tiempo.
—Espera Plagg, estoy estudiando para mañana— contestó el modelo mientras se masajeaba la sien estresado por no comprender de dónde salían los números en la ecuación.
—Me aburro, niño— insistió el Kwami después de un par de minutos, dando vueltas en el cabello de su portador. —¿Por qué escondiste el queso? Puedo ir por él yo sólo si me dices dónde está.
—No Plagg; te lo acabas muy rápido y no es nada barato, ¿sabes?— contestó el joven sin apartar la vista de sus notas en su tableta. —Si te gustara el pan, perfectamente te compraría a diario, pero tienes gustos muy refinados y caros.
El de negro se dedicó a rodar sus ojos al escuchar el comentario de su contrario. —¿Pan?— preguntó dudoso y en seguida, rió burlón. —Ahora que lo dices, me acordé de la chica panadera de tu clase.
—¡Plagg!— gritó enojado el Agreste, levantándose de su silla, haciendo que el gato negro se cayera de la cima de su cabeza, alcanzando a flotar antes de tocar el piso. —¡No le digas a Marinette! Es una falta de respeto, ¿sabes?
Desconsertado, el pequeño se colocó a la altura de Adrien. —No entiendo, tu amiga rubia le dice así y nadie le dice nada.
El de chaqueta blanca cruzó sus brazos algo indignado por el comentario de su pequeño amigo. —Chloe es muy necia en ese sentido y no entiende que no le debe de decir así, tú no seas como ella— indicó el muchacho.
—Como sea— soltó algo indignado el felino. Se quedó callado unos segundos, meditando sus acciones. —Luego regreso, iré a dar una vuelta por las calles, a ver si encuentro alguien que me alimente sin que tenga que estudiar— y dicho aquello, el ser mágico se dispuso a salir de la habitación de su portador para encontrarse con el tranquilo, pero frío aire.
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[ML] ¡No más gatos en mi ventana!
FanfictionUna inesperada visita llega a la ventana de Marinette justo cuando iba a dormir. ¿Quién es el responsable de ésto? Adrien no debe de saber el secreto... ¿o sí? וAdrien/Chat Noir x Marinette/Ladybug. וRomance y Comedia. ו Creación y derechos míos.