Año 2038, octubre 25, día en el que la purga anual da comienzo. Evento en el que se permiten homicidios con cualquier tipo de arma durante 12 horas, los hospitales y cuarteles policiales estarán sin servicio y reabrirán hasta pasadas las 12 horas.
((2 horas para que comience la purga anual))
— Atención —habló el CEO de la compañía—. Guarden sus cosas, es hora de que regresen a sus hogares. Aseguren todas sus puertas y ventanas y manténganse cerca de sus familiares —tomó su maletín—. Si todo sale bien, nos estaremos viendo mañana. Pasen una buena noche —se retiró del lugar.
— Hey, Yoongi, ¿quieres venir a pasar la noche con-
— No, gracias —le interrumpí.
— ¿Estás seguro? —asentí tomando mi portafolio— Llama cuando llegues a casa, no se te ocurra salir a depurar.
— Lo sé, no lo haré —sonreí de lado—. No te preocupes por mí. Nos vemos.
— No me engañas con esa sonrisa, sé que estás planeando algo.
— No es así.
— ¿Es por la muerte de-
— ¡Joder, Namjoon! —elevé la voz, molesto— ¡Deja de preocuparte por mí, maldita sea! Soy un adulto, sé lo que hago.
Suspiró—. Más te vale traer tu pálido trasero a trabajar mañana —advirtió.
Hice un ademán con la mano y salí expidiendo aire por la nariz de forma agresiva, estaba harto de que me tratara como un niño, cuando en realidad yo era mayor que él.
Subí a mi auto en cuanto le encontré en el estacionamiento y emprendí la marcha.
Miré hacia la calle cuando un semáforo me detuvo, la gente caminaba apurada de un lado al otro, otras personas tenían locales abiertos donde estaban vendiendo máscaras o cosas necesarias para la noche de hoy, mientras algunos indigentes se aferraban a peatones para que estos aceptaran darles un refugio. Pobres, ellos eran los que peor lo pasaban.
Curiosamente, el día estaba bastante "bonito"; era otoño y predominaban los climas fríos o airosos, pero el sol había decidido hacer su aparición, lo cual es irónico, pero esto daba a la vista un cielo despejado y colorido.
— Yoongi, amo el otoño —sonrió—. Amo cuando las hojas caen y se agrupan para formar colinas —soltó mi mano y corrió hacia un montoncito de hojas marrones y rojizas, tirándose en estas mientras reía—. Yoongi, ¡ven a jugar!
El sonido de un claxon me trajo de vuelta a la realidad, la luz había cambiado a verde. Le devolví el pitido al auto de atrás y aceleré para llegar a casa lo más pronto posible.
((20 minutos para que comience la purga anual))
Me aseguré de bloquear cualquier tipo de entrada a mi pequeño hogar y tomé una botella completa de vino mientras me ponía a recordar todos los momentos que pasé al lado de mi pequeño... y los cuales no pudieron continuar gracias a su familia.
— Yoongi, quiero que conozcas a mis padres y hermano, ¿crees que podrías hacerte un tiempo libre el día de hoy?
— Claro, ¿en la noche?
— Sip, en la noche, organicé una comida.
— Está bien, nos vemos más tarde, te quiero.
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THE PURGE | YM
Short Storydonde yoongi se deja controlar por sus emociones ©MEXICANY00NGS