LA TOMA DE POSESION DE NELSON MANDELA

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Por: RAFAEL A. ALFARO P. *

Mi llegada al aeropuerto de Johannesburgo, el 9 de mayo de 1994, fue una bendición, después de haber volado de San Salvador a la ciudad sudafricana, con escalas continuas en Miami, Washington y Londres. El cansancio solo permitía a mi mente pensar en una cama donde reposar por unas horas. Al momento del desembarco del avión, había un numeroso grupo de personas esperándome, lo cual me sorprendió, sin embargo, en ese momento, todo lo que facilitara llegar a mi hotel era lo primordial.

En el trayecto, acompañado por un contingente de seguridad compuesto por ocho miembros, se me explicó que ellos estarían conmigo mientras durara toda mi estadía, solicitándome anticipadamente las disculpas del caso, porque se me había asignado una habitación en el mismo piso de Yasser Arafat, lo cual significaba que el mismo estaría sumamente resguardado. Yo le agradecí a mi interlocutor, un oficial sudafricano de casi dos metros de altura, llegando al hotel minutos después, donde procedí inmediatamente a dormir unas horas.

Al despertarme, al final de la madrugada del 10 de mayo, no podía evitar volver a preguntarme en mi mente porque me habían asignado tantos miembros en la escolta de seguridad, lo cual me había causado gran incógnita.

Esa mañana, los actos protocolarios de la Toma de Posesión de Nelson Mandela como 11º Presidente de Sudáfrica, daban inicio con un desayuno a temprana hora, ofrecido por el Presidente Frederik de Klerk, en el cual se encontraba un abanico de las figuras políticas más connotadas del mundo, así como los principales miembros de las casas reales del planeta. Yo había llegado hasta aquí, en mi capacidad de Viceministro de Relaciones Exteriores, representando al Presidente Alfredo Cristiani, quien me había designado como único delegado de El Salvador en ese histórico evento. Recuerdo perfectamente que mientras conversábamos en una rueda informal con el Duque de Edimburgo, la Primera Dama de los Estados Unidos, Hillary Clinton;  el vicepresidente electo de Sudáfrica, Thabo Mbeki y el Príncipe Felipe de España, a tan solo un par de pasos de nosotros teníamos a Fidel Castro junto a Yasser Arafat. Luego llegó el momento de trasladarnos a la ceremonia, la que se llevaría a cabo al aire libre, en los “Union Buildings” de la capital sudafricana, Pretoria, donde después de 27 años en prisión, bajo un cielo azul, Nelson Mandela tomaría el juramento como Presidente, gracias a la unidad de su pueblo.

Durante el trayecto de aproximadamente 45 minutos, decidí terminar con la incógnita que no me abandonaba, preguntando si era necesario tener tanta seguridad asignada a mí. La respuesta no se hizo esperar de parte del capitán, jefe de la escolta, quien sin ninguna conjetura, me recordó que yo era el primer vicecanciller salvadoreño que visitaba oficialmente Sudáfrica, después del secuestro y asesinato de su Embajador en El Salvador, Archibald Gardner Dunn, en 1979, por parte de la guerrilla del FMLN, específicamente las Fuerzas Populares de Liberación (FPL), por lo que el gobierno sudafricano había tomado conmigo todas las precauciones necesarias.

La ceremonia, que marcaba el final del infame apartheid y el inicio de una nueva era, convertía a Nelson Mandela en el primer presidente sudafricano de raza negra. A mi ingreso al acto, recuerdo perfectamente haber sido sentado en las primeras filas, junto a otros dignatarios, habiendo procedido luego a un espectacular almuerzo bajo una inmensa carpa de seda, en los jardines de la Presidencia.

A la mañana siguiente, antes del saludo de las delegaciones extranjeras al nuevo Presidente, un funcionario de la cancillería sudafricana había aceptado desayunar conmigo en mi hotel, con quien tuve que abordar el repudiable acto en contra del Embajador Dunn. Fue muy difícil para mí externarle todas las disculpas de nuestro gobierno por ese condenable acto, acordando felizmente ese día, iniciar nuevamente el camino para el pleno restablecimiento de las relaciones entre nuestros países, lo cual se logró en 1997. En la actualidad nuestras naciones mantienen Embajadores concurrentes, siendo nuestra Embajada en Israel, desde donde se mantiene la relación directa.

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⏰ Última actualización: May 04, 2014 ⏰

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