Tengo que terminar un informe antes de irme a casa, por fortuna he adelantado la mayoría en mis ratos libres y ya casi solo me resta revisar los detalles en mi ortografía. Ahora no puedo culpar a Pedro de trabajar de más, últimamente también estoy haciendo lo mismo.
Levanto la cara y observo por un momento a Erick, el día de hoy ha estado muy alegre, hace mucho que no lo veía así. Andy ha venido varias veces y ni eso le ha cambiado el humor. Está tamborileando uno de sus pies en el piso mientras teclea en su computador, lo hace de tal manera que pareciera que la vida le dependiera de ello, ni hablar de la sonrisa boba que se carga, ¿Qué te traes jefecito?
Sonrío al imaginarme un par de cosas impensables de él y vuelvo mi atención a mi trabajo, no importa la razón, me gusta verlo feliz.
La puerta se abre de repente, ya no me sorprende, sólo puede ser una persona. Sólo "esa" persona entra sin tocar ni saludar...
_¿Nos vamos cariño?_ chilla la rubia mientras se contonea hasta el escritorio del fondo, ignorándome como siempre. Erick asiente con un movimiento y le pide que lo espere un momento sin apartar su vista de la pantalla.
Sigo en lo mío, por el rabillo del ojo puedo ver a Andy observarme "disimuladamente", sus muecas me recuerdan lo poco que me tolera, lleva su vista a la pantalla de su móvil mientras teclea y me mira por momentos, de nuevo al móvil y después a mí, aunque su actitud me extraña decido no darle importancia.
_¿Jimena?_ escucho que alguien me llama, Andy está frente a mi escritorio con una de sus manos en su cintura mientras en la otra sostiene elegantemente su bolso, no me di cuenta en qué momento llegó hasta aquí.
_Disculpa_ respondo con duda _estaba... estaba distraída_ me excuso, es la segunda vez que escucho mi nombre salir de sus labios y me sorprende, ¿señal del apocalipsis quizá?
_Te preguntaba..._ pone ligeramente los ojos en blanco antes de continuar _que si tienes todo listo_ ¿Eh?
_¿Listo qué o para qué?_ digo extrañada, ella resopla y se gira hacia mi pobre amigo que sigue bobo frente a su computador.
_¡Erick!_ su voz chillona taladra mis oídos _¿No le has dicho nada?_ reclama hundiendo uno de sus puños en su cintura, mi jefe levanta el rostro como tratando de reaccionar, pero falla, definitivamente anda en otro mundo, disfruto cada vez que la rubia hace alguna rabieta cuando mi jefecito no hace lo que ella quiere, como quiere y cuando quiere.
_Eh..._ dice él en un intento de salvar la situación, estoy conteniendo una carcajada _Jimena... lo de.. lo de la reunión de hoy_ dice entre dientes, con sonrisa nerviosa y ojos suplicantes _para lo que hemos estado trabajando toooda la tarde_
_¡Ah!_ finjo como si de repente recordara todo _¡Claro! Si. Todo está listo_ digo para que mi jefe no vaya a ser sentenciado a muerte por el momento _Ando muy distraída últimamente_ coloco dramáticamente una de mis manos en mi frente y por el rabillo del ojo puedo ver a Erick sonreír nervioso.
_Entonces vayámonos ya_ dice la rubia un tanto enojada _Los espero afuera, tengo que hacer unas llamadas_ y así sin mas, sale traqueteando sus tacones de charol por todo el piso, siempre me he preguntado si no tendrá otros zapatos que no sean esos tan...tan... llamativos.
Ambos soltamos un suspiro de alivio, miro a mi jefe achicando los ojos y negando con la cabeza.
_¿Qué?_ se queja fingiendo indignación _Te debo un helado_ se burla de mí, hace poco descubrió que odio el helado y aprovecha cualquier situación para ofrecerme uno.
_Un café_ sentencio mientras vuelvo mi vista hacia mi computador _Muchos cafés_ corrijo y lo escucho reír.
...
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Amor Desconocido
FanfictionCuenta una leyenda oriental que las personas destinadas a conocerse tienen un hilo rojo atado en sus dedos. No importa lo que tardes en conocer a esa persona, ni importa el tiempo que pases sin verla, ni siquiera importa si vives en la otra punta de...