Me doy cuenta de que... (Parte I)

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¿Estaré soñando? ¿me abre vuelto loca? Puedo recordarlo perfectamente, recuerdo no poder levantarme, recuerdo como la brisa movía las hojas secas del suelo, recuerdo la voz que me hablaba, esa voz tan apacible y dulce, que me ayudo a erguirme, en medio de la oscuridad que sin embargo era tan clara, era como si de las hojas de los árboles irradiara luz, una luz hermosa, que le daba al bosque un aspecto de fantasía, recuerdo pequeñas luces flotando ¿quizás luciérnagas? tal vez, la verdad es que ya no estoy segura ni de mi misma... pero, ¿Como dudar de lo que vi, de lo que sentí? Todo era tan real y sin embargo desapareció al abrir los ojos

No le he contado esto a nadie, me da miedo hacerlo, ahora estoy de nuevo en mi habitación, después de un largo día estoy muy cansada, por lo general duermo con mucha facilidad, y esta vez no fue la excepción...

Me acosté y me dormí, al cabo de unos minutos el frío me despierta y recuerdo que no cerré la ventana, pero al levantarme me doy cuenta de que no estoy en mi habitación sino en el bosque, parada exactamente donde estaba ayer, me pellizco a mi misma para cerciorarme de que no estoy dormida, palpo mi ropa y efectivamente, no estoy soñando

En eso, oigo crujir las hojas detrás de mi, me volteo y veo, a unos dos metros, a un joven de piel pálida, cara amigable y mejillas rosadas cubiertas de pecas, me observa por unos segundos con una sonrisa, y me dice:

-Sigueme

Él empieza a correr en dirección al bosque, me doy cuenta de que es la misma voz de ayer, y sin pensarlo dos veces, corro también, detrás de él

Es muy veloz y yo apenas puedo seguirle el paso, le digo lo más fuerte que puedo:

-Oye ¿Quien eres? ¿Donde estamos?, pero no me responde

Por fin lo veo detenerse en una colina de un valle, me acerco con la vista fija en él y lo interrogo:

-¿Donde estamos?

Él, con una sonrisa señala hacia el frente y solo dice: mira

Hago caso y ante mis ojos se abre el paisaje más hermoso que haya visto: verdes colinas iluminadas con auroras boreales, un gran valle con un hermoso lago, más allá lo que parece un pequeño pueblo iluminado por faroles, y a lo lejos unas montañas cubiertas de nieve

-Es hermoso — exclamo

A pesar de ser de noche, veo todo, la luna ilumina perfectamente, hay luciérnagas por doquier, contemplo hipnotizada el paisaje por un rato, pero algo me interrumpe, un pensamiento llega a mi mente, y es que todavía no se como llegue aquí 

Mi extraño compañero había permanecido de pie junto a mi todo el tiempo, viendo también el paisaje, distinguí en su mirada una profunda admiración por todo aquello, era como si en su ojos se encendiera una chispa de emoción, toque su hombro y el me vio con una sonrisa, repetí:

-¿Donde estamos?

-En el país de los sueños, responde

El país de los sueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora