Capítulo 4

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También a quienes dejaron un voto y siguen leyendo, muchísimas gracias💜💛👻

Ya ven que este Magnus es un... pervertido, coqueto jajajaja en este capítulo aparece un nuevo personaje, paciencia con él agilizara las cosas  😉





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Volvió a la casa y abrió la puerta para llevar las bolsas al interior, pasó otra media hora antes de que lo guardara todo. Había sacado la tostadora de una caja para cocinar un bagel de desayuno.

Mientras comía, sacó su teléfono y buscó el número que Clary le había dado. ¿Debería llamar en domingo? El chico probablemente estaba en casa con su esposa e hijos, o algo así. Pero Alec pensó en seguir sin televisión y esperar más tiempo para comenzar a trabajar en su libro, así que decidió arriesgarse. Con suerte, él podría venir mañana a empezar el trabajo.

Para su gran sorpresa, Simon contestó al segundo timbre, le dijo que estaría más que feliz de salir de inmediato. Alec iba a darle instrucciones, pero Simon dijo que sabía dónde estaba y estaría allí en una media hora.

Alec colgó el teléfono y terminó su desayuno. Las cosas estaban mejorando, finalmente.







 Las cosas estaban mejorando, finalmente

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Se las arregló para guardar el resto de las cosas por desempacar en la cocina, antes de que oyera un auto en el camino de entrada. Simon Lewis no parecía un electricista. Lucía más como un nerd de computadoras. Tenía el oscuro cabello rizado, rasgos juveniles y gafas de montura oscura. No había demasiado en él, pero lo que había en realidad se veía bastante bien. Alec de inmediato se sintió culpable por haberle dado un repaso al pobre chico cuando ni siquiera se había presentado. Simon agarró una caja de herramientas de la parte trasera del camión, que tenía su nombre en la puerta, y se dirigió al porche delantero.

-"Hola, ¿Alec, verdad? Soy Simon, bienvenido a la ciudad"- dijo sonriendo, tendiéndole una mano.

Simon tenía una de esas sonrisas que eran contagiosas y Alec se encontró devolviéndola con facilidad. Estaba acostumbrado a la vida de la ciudad donde caminabas por la calle e intentabas no mirar a nadie a los ojos. Aquí todos eran muy amables.

-"Sí, gracias, pasa"- se hizo a un lado para dejarlo entrar y se encontró disfrutando la ráfaga de...¿gel de baño? ¿Colonia? ¿Loción de afeitar? No estaba seguro de qué era, pero seguro que olía bien en él.

Su Salvación - His SalvationDonde viven las historias. Descúbrelo ahora