Corazón a corazón. (Do KyungSoo) Segunda Temporada.

Reencuentro.

Un jueves temprano, que pese a estar bastante helado, pequeños indicios de los rayos solares, se iban, poco a poco, asomando a través de las nubes. No era un día feo, al contrario.

______ Mills se arrepentía de haber aceptado ir a la ayudantía de un ramo, del cual ella, encontraba inservible. Pero bueno, estaba en la malla académica. ¿Qué podría hacer? y peor aún... ¿A quién se le ocurría hacer ayudantía en la primera semana de clases?

Era claro que llegaría tarde, sin embargo, no le importaba mucho. Y tampoco tenía intenciones de caminar muy rápido. Casi dos meses lejos del lugar, la hacían recordar lo mucho que extrañaba cada lugar, cada rincón. No es que volver a casa no le hubiese gustado. Todos hubieran visto la cara de sus padres llenos de felicidad y amor. Familiares, vecinos, amigos, todos estaban felices de volver a verla. Y ella claro que lo estaba, solo que no podía olvidar el hecho que había encontrado un lugar especial en la ciudad de Seúl.

— ¿Aló? — Habló mientras apoyaba su teléfono celular, encima de su oreja. — ¿Jongdae? Sí... ¡¿Ya empezó?! Estoy a una cuadra. Sí, adiós.

Apresuró el paso para poder llegar "decentemente" tarde, si es que eso, podía llegar a ser posible. Cuando ya estaba apunto de llegar, dio un paso rápido y tímidamente hacia atrás, mientras veía como estudiantes de su misma universidad, pasaban al frente de ella. Todos con partituras e instrumentos en las manos.

Una pequeña corriente se hizo presente en todo su cuerpo, y podía notar como su corazón se iba acelerando. No pensar en él era completamente imposible.

Sacó de su bolsillo, de nuevo, su celular. Y entró a la conversación de ambos en kakaotalk.

"Llego hoy."

Repitió esas palabras como un CD rayado en su mente. Habían pasado ya casi dos meses desde que no se veían. Ella debía volver a Estados Unidos, y él no podía hacer nada respecto a sus asuntos familiares, ni tampoco podía cambiar los pasajes para entrar a clases, en la fecha correspondiente. No que a ella le molestara, pero sí la ponía nerviosa.

Trataba de auto convencerse que no lo había echado tanto de menos.

[...]

— ¡25 minutos! — Le gritó su mejor amigo una vez saliendo de clases.

— ¿Qué iba a saber yo que la clase terminaría antes? — Pensar que desperdicié mi hermosa mañana acá.

— ¿Qué haré contigo, mujer?

— No lo sé, aceptarme y quererme. — Rodó los ojos ______, a lo que Jongdae rió.

— También recuérdame por qué tomé este ramo de mierda inservible. Oh, espera... Porque tú lo encontraste "divertido" y me obligaste.

— No sé en qué estaba pensando. — Se quejó la castaña. — Al menos es una hora a la semana nada más, y estar contigo lo hacer menos aburrido.

— Ah, sí, verdad... PERO SI LLEGAS A LA CLASE.

— Silencio. — Rió ella mientras le golpeaba suavemente el hombro. — Llegué, es lo importante.

— A la próxima llegaré yo tarde.

— Entonces yo no vengo.

— ¡Espera que te encuentre! — Le gritó cuando vio que su amiga había corrido en dirección a la salida. — ¡Mili!

— Qué anciano, Kim. — Se burló la pelicafé al verlo alcanzarla. — Me decepcionas.

— Tú te agachas y te suenan todos los huesos. Tú no hables.