–Necesito salir de aquí– se quejó Alena hacia su mejor amigo.
–Puedes venir a mi casa un par de días, Yvonne va a estar de cumpleaños. Creo que les gustaría a todos verte– Alena asintió, sonriendo eufóricamente.
–Bien, terminaré la maleta– buscó con la mirada lo que debía guardar–. Eh... ¿me pasas mis bragas?
Marco se las pasó sin siquiera mirarlas, como si no despertara ningún sentimiento en él.
–Me voy a cambiar, no voltees– le advirtió a Marco, este asintió igual de desinteresado que antes.
Marco no la veía como una mujer, al menos no en la forma en que ella quería. A él no le importaba su cuerpo ni mucho menos su sexualidad, para él, era ella era simplemente un hombre más, solo una amiga, casi una hermana.
–¿Nos vamos?– preguntó ella una vez que estuvo lista, él asintió.
***
Bajaron del vehículo. Melanie e Yvonne los estaban esperando con grandes sonrisas. Melanie estaba notoriamente embarazada, parecía que su panza estaba a punto de estallar; Yvonne seguía igual que siempre.
–¡Alena!– la abrazaron con entusiasmo, ella también lo hizo.
–¡Mel! ¡Que grande que está tu panza!– rió.
–Oh, son gemelas– anunció con una sonrisa.
Se adentraron en la casa y Marco empezó a preparar algo para comer, mientras las tres mujeres charlaban con emoción en la misma cocina.
–¿Y cómo está su padre?– preguntó Alena con cordialidad.
–Viejo, y quiere un nieto con el apellido. Marco es el único que puede dárselo, nosotras somos mujeres y nuestros hijos heredarán los apellidos de sus padres– Yvonne rodó los ojos.
–Además, son mujeres– añadió Melanie señalando su panza, hablando de las gemelas, claro.
–Y Marco nunca lo hará abuelo– Alena frunció el ceño.
–¿Por qué no?
–¿No sabes? Es demasiado gay para este mundo. ¡Ni una sola vez nos ha presentado una novia! Ah, pero tuvo una... Andy, por internet.
–Yvonne, no empieces– gruñó Marco, que aún les daba la espalda.
–Andy resultó ser Andrés, pero aparentemente Marco no lo sabía– rió Melanie.
–Estaba buenísimo– asintió Yvonne.
–¡Oh! Y una vez lo pillamos usando un vestido con flores, y debajo traía un corpiño.
–Era un niño, tenía diez– se quejó el chico.
–Y seis– murmuró Melanie.
–Doce– corrigió Marco.
–Bueno, la cosa es que estamos seguras de que es gay.
Alena vio una oferta imposible de rechazar, así que se levantó y se puso al lado de Marco.
–Pero si Marco tiene novia.
No se escuchó ni una respiración después de que dijo eso.
–¿No les has dicho?– Alena trató de que Marco le siguiera el juego, luego miró a Yvonne y Melanie–. Marco y yo estamos saliendo.
Las dos mujeres estallaron en risas, al punto de soltar lágrimas. Marco suspiró exasperado y Alena alzó una ceja. Estaba dispuesta a todo por que le creyeran, y no necesariamente por Marco, era con fines mucho más personales y egoístas, así que sin dudarlo, lo cogió de la camiseta y lo besó, o mejor dicho, le devoró los labios.
Yvonne y Melanie no reaccionaron por unos instantes, totalmente en shock.
–Pues... ¿felicidades?– dijo una de ellas. Alena no supo cuál fue, estaba demasiado concentrada en que los labios de Marco habían quedado rojos e hinchados después de ese intenso beso.
Una vez en la habitación de Marco, en donde Alena había tomado la cama y Marco un colchón en el suelo, Alena no podía sacar la sonrisa de su rostro.
–Vas a tener que inventar una muy buena historia de cómo nos hicimos novios. Que sea romántica y apasionada– dijo ella.
–Gracias Ale, nadie más hubiera hecho esto por mí– le agradeció sinceramente.
–No hay de qué.
***
A la mañana siguiente se sentaron en la gran mesa familiar a desayunar. Era toda la familia Reus presente: Yvonne, Melanie, sus respectivos maridos, Marco, Nico –el hijo de Yvonne– y Alena. El padre de Marco, Thomas, aún no llegaba al comedor.
–¡Papá! ¡No creerás lo que está pasando!– le dijo Yvonne cuando Thomas entró y saludó a su familia–. Marco tiene novia.
–¿En serio?– Marco llevó a Alena con su padre.
Alena estaba nerviosa. Melanie e Yvonne eran una cosa, pero Thomas Reus era otra. El hombre no era intimidante, pero aún así la ponía muy nerviosa.
–Papá, esta es Alena. Ya la conoces– Thomas sonrió y la abrazó fuertemente.
–¿Y cómo se hicieron novios?– preguntó con curiosidad.
–Bueno, simplemente pasó, después de que regresara de Nueva York no podía esperar por mucho tiempo más– Marco la miró, y por un instante Alena se creyó que en verdad eran novios, y añoró ese escenario.
–Sentémonos a comer– propuso Thomas. Alena se sentó junto a Marco, y este junto al esposo de Yvonne y padre de Nico–. Oye Alena, estás muy delgada, ¿cómo piensas cargar a mi nieto?
–¿Perdón?– preguntó con sorpresa.
–Es broma, mujer– rió estrepitosamente–. Aunque sí quiero nietos con el apellido Reus, con e, u y s. Es un apellido muy especial.
–No se preocupe suegro, en eso estamos– anunció el esposo de Yvonne–. De hecho, anoche probamos esta posición donde se supone que el esperma entra...
–Estamos comiendo– dijo Marco con asco.
–¿Y a qué te dedicas Alena?– preguntó Thomas.
–Soy...
–Es cantante– la cortó Marco–. Estudió en el conservatorio.
–Bueno, no terminé...
–No termino, pero ha cantado en varias fiestas infantiles– Alena asintió.
Nico cayó con la cabeza en la mesa, haciendo a Alena levantarse de su asiento y preguntar si se encontraba bien.
–No te preocupes, le ocurre todo el tiempo. Tiene narcolepsia– le aclaró Marco.
–Obviamente eso lo sacó de su padre, los Reus somos muy sanos... y bien dotados– aseguró Thomas.
–Claramente– Marco le guiñó un ojo a Alena y esta rió.
–¿Tú no tenías una hermana?– preguntó Thomas a Alena.
–Mejor no la menciones– susurró Melanie.
–Se enteró de que su prometido estaba acostándose con una amiga– rió Yvonne.
–Una prima– corrigió su esposo–. Una prima de ella, no de él... solo digo.
–Ya, basta– lo cortó Marco.
Después de eso el desayuno fue un poco más incómodo de lo que esperaban.
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Cásese quien pueda // Marc Bartra & Marco Reus
FanficMicaella estaba dispuesta a todo por casarse, Alena estaba dispuesta hasta a casarse por su mejor amigo. HISTORIA CORTA Portada by @MrsDurmi