Oscuridad...Había una niebla sombría que me impedía ver, no sabía qué camino tomar, que acción hacer o que idea me iba ayudar a poder salir de aquí, por horas he estado recorriendo este lugar desconocido, sin tener algún rumbo cierto, totalmente sola, acompañada con el eco de mis pisadas por aquel piso negro en el cual podía ver mi cara reflejada. Siento como la ansiedad y la desesperación incrementan dentro de mí, siento que puedo gritar y perder el control en cualquier momento, aquella heroína, la representación de valentía para una nación ya no estaba, solo había una adolescente débil cualquiera, cobarde, desesperanzada, totalmente sumergida por la oscuridad del lugar y la de su corazón.
- ¿Marinette?
-¿Quién eres? – pregunté.
No reconocía aquella voz, tenía un tono grave, propio de un adolescente, pude sentir calma en mi corazón desesperado, cualquier señal de vida ya me brindaba paz, pero al no poderla identificar la paranoia continuaba en mi mente. ¡Basta!, ¡Basta!, no me quiero sentir así, ya hay alguien aquí conmigo ¿Porqué no puedo dejar la ansiedad?
- ¿Necesitas ayuda?- preguntó aquella voz lejana.
-¡Por favor sálvame!- contesté con desesperación.
- ¿Marinette estas aquí?-Volvió a preguntar demandando una repuesta.
¡ESTOY ACÁ! -contesté gritando a todo pulmón.
¿Porqué no me escucha? Un minuto... No estoy emitiendo ningún sonido, estoy muda ¿Ahora como salgo de aquí?, ¿Qué hago?, ¡AUXILIO!
- ¡Marinette, despierta!
¿Despierta?, ¿Cómo que despierta?, ¡He estado despierta todo este tiempo!
- ¡MARINETTE!
- ¡AHHHH!, ALYA DEJA DE GRITARME ESTOY DESPIERTA-
-Tan despierta que no le has prestado atención a toda la clase- comentó con sarcasmo-
Estoy segura que no estaba dormida, todo se veía tan real, si hubiera sido un sueño lo hubiera olvidado en el mismo instante de haberme despertado, y esa voz, ¿Quién era?, ¿Por qué no me escuchaba?, ¿Era un producto de mi subconsciente?, tendré que hablar con Tikki.
-Gracias por despertarme Alya, ¿Me podrías prestar los apuntes para poder ponerme al día?
-Por supuesto-afirmó- Por favor procura dormir bien hoy, no creo que te gustaría dejar de ver a Adrien en todas las clases por andar soñando- sonríe.
-Qué cosas dices Alya-reí vacilando mientras guardaba sus apuntes en mi mochila- Nos vemos mañana, gracias.
-Te veo mañana Marinette- se despidió mientras movía su mano de un lado a otro.
Alya siempre me hace reír, me cuida como mi segunda madre, no me puedo imaginar cómo sería mi vida sin ella, las estupideces que hubiese cometido si no fuera sido por sus advertencias, o las malas decisiones que me hubieran perjudicado sin sus oportunos consejos, a ella le debo muchas cosas, y a veces me siento culpable al no poderle revelar mi identidad, pienso que esa sería una gran manera de retribuirle todo lo que ha hecho por mí, pero en el fondo ¿Cómo se sentiría ella al saber que su mejor amiga la que le siempre le promete que le contará todo, y no confiarle aquel secreto tan importante? Ladybug es su heroína ¡Ella es la mejor amiga de su heroína!, Y no lo sabe, ¿Se sentiría decepcionada de mí?, ¿Dejaría de ser fan de Ladybug?, es un futuro que no quiero conocer, prefiero seguir encubierta, por ahora supongo.
Deseo enredarme entre mis sabanas y jamás poder salir, escapar a mi propio mundo y jamas regresar, mi cuarto siempre ha sido mi guarida, el único lugar donde me puedo expresar, y ser quien soy sin ser juzgada, diseñar todo lo que mi mente se imagina, y por supuesto lo más importante, dormir.
ESTÁS LEYENDO
La paradoja de Marinette//Marinette's paradox
FanfictionLadybug y Chat Noir se enfrentan contra un nuevo villano. Nuestra protagonista explora otras personalidades. En la mente de Marinette existe mil y una paradojas que confundiran tus sentimientos. Llega un inexperto con el destino en sus manos. ¿Podrá...