Fangirl: Solo por ti

Treinta

       

Me termine de cambiar ropa y salí, afuera de mi habitación me esperaban Theo y Luka.

—Bien, vamos.

Bajaron detrás de mí y abajo se encontraban Blaz, Leyna y Dean.

— ¿Cómo haremos esto? —cuestionó Blaz.

El plan básicamente era devolver todas las cosas prestadas, limpiar para que mis padres no nos matarán y que todos esos adolescentes hormonales se fueran.

—Bien, nos dividiremos —habla Leyna.

—Blaz y Dean deben hacer que todos se vayan a sus casas. Leyna y Luka limpien —demandé.

— ¿Qué harán tú y Theo? —cuestiona Blaz con una ceja alzada.

Maldita pervertida.

—Iremos a dejar a ese —suspire—. A ese cerdo.

Gruñí mirando a Theo.

¡Por qué aún tenía a esa cosa en brazos!

— ¿Qué? —interrogo al sentir mi mirada.

— ¿Por qué tienes aun a —sonreí para que no notara que estaba celosa de un animal—. A Kelly en brazos?

—Es una hembra —contó emocionado—. ¿Quieres tocarla?

— ¡No! —chillé alejándome.

¡Maldita sea Theo!

— ¿Estás bien?

¡No, estoy celosa!

—Sí, perfectamente.

Me propuse salir cuando Blaz se acercó a susurrarme en el oído.

— ¿Alguien está celosa de un animal?

Apreté mis dientes para no decir ninguna tontería.

—Dean, Blaz quiere decirte algo.

Luego de terminar la frase salí casi corriendo de la casa, escuche a Theo hablar a mis espaldas.

— ¿Estás bien mi amor?

Me giré sorprendida ante las palabras de Theo.

¿Él acaba de decirme "mi amor"?

Intenté no gruñir al ver a Theo con el cerdo ese cargándolo como un bebé y haciéndole cariño en la panza.

¡Esa debería ser yo!

Un momento, él le dijo mi amor, ¿a ella?

¡Maldita sea, estoy muy celosa!

¡Y de un cerdo!

—Theo, estoy aquí —intento llamar su atención.

—Sí, si Keila —murmura sin levantar la vista de Kelly.

—Theo hay que llevar a Kelly a su hogar.

— ¿Eso quieres amor? ¿Irte a casa?

— ¡Maldita sea Theo, es un cerdo! —chillo perdiendo la paciencia.

— ¿Qué te pasa? —me mira algo sorprendido ante mi reacción.

— ¡Estoy celosa, eso pasa! —me tapo la boca al procesar lo que dije— ¡Ve a dejar a Kelly! —demando entrando nuevamente a casa.

— ¿Qué pasó? —pregunte Leyna al verme entrar azotando la puerta.

—Luka, ve con Theo —pido—. Por favor —añado para que no suene tan brusco.