37. Miedo

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Skyler.

Me movía lentamente sobre Elian, lo tenia abrazado por su cuello, el me abrazaba por la cintura. Sentía sus labios en mi pecho luego sentí la mordida de él lo que me hizo gemir. Había logrado que una vez más me corriera sobre el, Elian es simplemente maravilloso.

- Adoró tus gemidos- me dijo con su voz agitada, nuestras respiraciones se escuchaban en toda la habitación.

- ¿Si?- levantó su rostro y miré como los rayos del sol se pusieron contra su rostro haciendo que sus ojos cafés se vieran muchos más claros y su piel brillara, su cabello estaba alborotado.

- Si, amor- junte mis labios con los de el, al separarnos miré la sonrisa que quedó en su rostro, tenia un aspecto adormilado que lo hacía verse muy adorable.

- ¿Listo para la próxima ronda?- le pregunté.

- ¿Otra?- creo que estaba asustado- joder Sky, ya no tengo nada que darte, pero si quieres continuar esta bien yo me las arreglaré para...

- Solo bromeaba- acaricié su rostro- fue perfecto, eres increíble King.

- Tu eres la que estuviste perfecta, jamás en mi vida me había agotado de esa manera, ni me había corrido tantas veces, joder no tienes idea de lo relajado que me siento justo ahora, solo quiero dormir.

- También me dejaste agotada, no siento mis piernas y me arden los pechos por lo mucho que jugaste con ellos.

- Eres insaciable pequeña, eso me encanta, creo que nunca había durado tanto haciéndolo, eres tan especial.

- ¿Ni con tu amada Layla?- no puede evitar preguntar, sabía que yo soy mucho mejor que ella, pero solo quería escuchar a Elian decirlo, solo quería saber que ella ya no era nada para mi Elian.

- Nadie se compara contigo, eres única- miró por la ventana- como dije te iba a hacer el amor hasta el amanecer.

- Es verdad- miré también la ventana- podría decirse que lo hicimos toda la noche.

- Me encantaría hacértelo todo el día pero debemos vernos con tu padre en unas horas, ya nos inventaremos algo para que no pregunten porque estabas conmigo.

- Me parece bien- sonreí- hora de dormir.

- Hora de dormir, princesa- repitió, estaba lista para levantarme pero Elian me apretó contra su pecho- quiero dormir así, dentro de ti.

- El insaciable eres tú.

- No puedo evitarlo, me encantas pequeña Blanchard- escondí mi rostro en su cuello, Elian sobó mi espalda y bajo hasta mi trasero, me apretó un poco y me hizo un poco más arriba, luego jaló la manta y nos cubrió con ella, yo me encargué de deshacerme de la manta.

- Tengo calor- le hice saber y fue cuando me di cuenta que en toda la noche no me había quejado por el sudor o la sensación del calor.

- Dormiremos sin manta entonces, pero si alguien entra para buscarnos lo que verán primero es este bello cuerpo sobre el mío el cual tiene un bello y ahora rosado trasero.

- Esta de ese color por las nalgadas y los agarres tuyos, eres un salvaje- froté mi nariz contra su cuello y eso lo hizo reír- y eso me encanta de ti.

- Me alegro que te guste mi lado salvaje- de nuevo puso sus manos en mi trasero y lo sobó, hice un sonido raro cuando me sobó- pareció como si ronronearas como un gatito.

- No lo menciones- continuó con lo suyo- duerme.

- Dormiré hasta que tu te hayas dormido- llevó una de sus manos a mi cabello y comenzó a acariciarlo, cerré los ojos y solo me concentré en sus caricias- eso es amor, solo descansa.

 Víctima del Pasado #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora