The Soul →【Blindshipping】

XV

 "Debido a que tu voz me estaba llamando, era como un deseo que nace por primera vez...
Sostendré tu mano hasta tocar un cielo extraño, persiguiendo después a la luna roja de Junio..." 

—¿Dónde estoy?

—En un sueño.

—¿Estas bien? —se detiene al ver mi cuello— ¿Y el rompecabezas?

—Lo desarme.

—¿Por qué? —me mira con preocupación y pesar.

—Aunque volví a mi mundo, nada ha cambiado ¿Qué debo hacer Yugi Mutou?

Me sonríe mientras camina unos pasos hacia mí —No debiste desarmarlo, todo inicia con el rompecabezas, tu misión es ayudarle.

—¿Por qué? —trata de decir algo, pero continuo— Él me vio en la oscuridad aun así oculto mi presencia entre ella ¿Por qué debo ayudarle cuando él me abandono?

—Yo... esto es mi culpa —afirma bajando la mirada.

—¿Por qué? ¿Acaso tú le dijiste que lo hiciera? —alza su mirada para verme fijamente, sus orbes reflejan los míos, en ellos está el brillo que perdí, mis ojos son negros ya no hay luz en ellos.

—No —pronuncia al fin.

—Lo sé, y por ello te deje ir.

—¿Eso fue todo? —frunce el ceño.

—Le destruí —sonrió, el sigue estático con el mismo semblante, no dice nada solo se mantiene en silencio esperando mis palabras, sin lugar a dudas es amable, y por ello no puedo verle como a un igual, esa debilidad algún día hará estragos en él, como lo hicieron conmigo, él, el Yugi Mutou que tuvo una vida feliz es el fantasma del yo que alguna vez fue un niño estúpido y descuidado —Destruí al conejo —aclaro.

—Entonces él fue el que inicio todo ¿No es así? —una sonrisa amarga se asoma en su rostro.

—No lo sé, solo puedo afirmar que él asesino a nuestros padres en mi mundo, después separo mi alma de mi cuerpo, el cuerpo lo mantuvo oculto en una vieja casa mientras que mi alma la arrojo en el Reino de las sombras.

—¿Reino de las sombras? ¿Es aquel lugar?

—Una parte de el, más bien una brecha, ni yo lo comprendo del todo solo sé que este no es el único mundo que existe ¿Lo viste no? Cada nuevo mundo, cada nuevo inicio.

—Por ello debes completar el rompecabezas y así dar pie al tuyo —afirma confiado, no hay duda en su mirada, por un segundo me hace querer confiar en él, pero aún no puedo hacerlo ¿Por qué mi vida debe girar en el destino de alguien más? Al final suspiro.

—No, no quiero ayudarle, él me traiciono tan fácilmente enamorándose de mi copia —sus mejillas enrojecen, ¿Un amor reciproco? No lo sé, pero si es así, su corazón es tan voluble siendo que, ¿Qué sentirá el espíritu que alguna vez estuvo a su lado? Es mas ¿Acaso fueron algo? No lo sé, tampoco es relevante, sin embargo, en mi nace la angustia, he regresado a mi mundo, aun así hay algo que no anda bien, pero mis pensamientos son interrumpidos, su voz se alza en este mundo de luz, un sueño diferente al que alguna vez vislumbre en la oscuridad.

—¿Cómo llegamos hasta aquí? —pregunta y ante su mirar se me antoja algo ¿Lindo? Como un niño que apenas descubre el mundo con sus ojos.

—La llave —de mi mano sale como alguna vez salió de ese chacal la llave de Ankh —¿La recuerdas? —él asiente— esta llave puede abrir las puertas de lo visible e invisible para el ojo humano, con ella pude meterme en tus sueños y así poder hablar contigo, además así te atraje a mí, guarda silencio, piensa unos minutos.

—Yo —se acerca aún más— no te odio —me sonríe— Otro yo me alegra que estés bien —me abraza— cuando aquella ráfaga me arrojo a mi mundo me lamente, no quería que las cosas terminaran así, —suspiro— si no fuese por tu ayuda aquello oculto entre la oscuridad me hubiese devorado, mis guerreros no eran lo suficientemente fuertes con mi poder actual además...—le aparto de mí, siento su pesar, como si una conexión más allá de todo nos uniera, nuevamente esa resonancia entre ambos que somos la misma persona aparece, esto realmente me frustra, el no poder odiarle como debería hacerlo.

—Deja de ser tan lastimero —mis manos se colocan en sus hombros— a tu edad debes ser un hombre, mira hacia delante sin lamentos —le suelto, sus orbes centellean— además gracias a que me devolviste el rompecabezas pude reclamar mi cuerpo de regreso —desvió la mirada, odio estos sentimientos de gratitud, su presencia me hace sentir que puedo volver a ser el niño que alguna vez fui pero aquello no es posible, desde que deseche toda la luz que había en mí en pos de que tomase mi lugar.

—Gracias —responde, le miro perplejo, una sonrisa en su rostro se esboza, tan jodidamente amable, muerdo mi labio inferior ¿Por qué no deja de serlo?

De pronto el sueño se torna más borroso, él pronto despertara, me mira inquieto, yo solo sonrió, aquello le da confianza y le calma.

—Pronto despertaras —afirmo.

—¿Nos volveremos a ver?

—En el mundo de los sueños, cuando la llave me lleve hacia ti ante la necesidad entonces.

—Entonces Otro yo esperare hasta que esa necesidad nazca —una nueva sonrisa se muestra en sus labios mientras desaparece, por primera vez sonrió sinceramente, sin lugar a dudas ese otro yo tiene un peculiar poder.

『』

Despierto de mi estupor, estoy en mi cama, miro el cofre a un lado de mi cama, al final decido bajar a la primer planta, me dirijo a la tienda, él me sonríe, le devuelvo el gesto, sin embargo no puedo evitar sentir tristeza, durante aquel periodo de ensueño pude verlo, el dolor y la perdida que mi otro yo sufrió, mi abuelo morirá un año después de que complete la misión, además los peligros que sufrieron mis amigos en ese mundo, pero nuevamente las palabras del chacal resuenan en mí , tu futuro se cierne en tus manos, al menos hasta que el reloj de la hora de llegada para su resurrección" y las de mi otro yo se hacen escuchar "Por ello debes completar el rompecabezas y así dar pie al tuyo" como si ambas calzaran a la perfección al unirse para dejar un mensaje especifico del cual sigo huyendo, lo cierto es que el crio soy yo, pero ya no quiero perder a nadie más, el mundo que alguna vez fue mío le siento tan ajeno y distante pero como humano egoísta me aferro a el con uñas y dientes.

Yo no puedo ser él, solo puedo ser yo y eso está bien ¿Verdad?