QUINCE

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- ¿Qué...?

- Hola, Black.

Me giré a mirarle. Tenía un aspecto terrible, envuelto con vendas y oliendo a pomadas y ungüentos. Uno de sus ojos estaba tan hinchado que no podía ni abrirlo. Tenía cortadas por toda la cara, y del labio le salía suficiente sangre como para suponer que estaba roto.

- Deberíamos dejar de encontrarnos en estas situaciones, ¿no crees?

Black se intentó levantar, pero terminó volviendo a caer en la cama mientras gruñía.

- No deberías moverte. Te hirieron con plata, tus heridas aún se están cerrando.

Él me miró y se acomodó en la cama.

- Bebe.- Le tendí un vaso de agua.- ¿Has comido algo?

Él me cogió el vaso y desvió la mirada.

- Toma.- Le tendí un plato con pan, carne y fruta.

Black lo tomó, y empezó a comer sin detenerse a respirar ni por un segundo.

Finalmente, cuando se lo terminó todo, se volvió a dormir.

* * *

Cuando Black se volvió a despertar ya estaba mucho mejor. No me dejó ni siquiera hablar, y se fue corriendo tan rápido como pudo.

Ahora ya sin Black me fui a pasear por la manada, decidida a encontrar a Jonathan y a descubrir dónde se había metido durante aquella mañana.

Finalmente lo encontré en el lago donde anteriormente me había bañado y había llevado a Black. Se estaba bañando en las aguas cristalinas.

Me senté en la orilla del lago y, tranquilamente, empecé a silbar para que notara mi presencia.

Entonces él se giró y me miró.

Al verme, sonrió arrogantemente y abrió la boca para hablar.

- Si me querías ver desnudo bastaba con que me lo dijeras, no hacía falta que me acorralaras mientras me baño.

Tranquilamente, le sonreí con arrogancia.

- Creete tú, que quería verte desnudo. Estoy aquí por otra razón.

>>Sal y vístete, te espero en la plaza de la manada dentro de media hora.

* * *

Cuando Jonathan llegó a la plaza, le hice un gesto para que camináramos.

- ¿Dónde has estado esta mañana?

- Qué directa. ¿Por qué razón quieres saberlo?

- Porque sí. Esta mañana se ha producido una atrocidad hacia un pobre chico que ni siquiera se ha transformado aún. Quiero saber si estás implicado en ese suceso.

Jonathan estuvo callado durante unos minutos, hasta que decidió responder:

- No estoy implicado en la paliza hacia ese chico. De hecho, estoy completamente en contra de eso; pero el alfa es el que manda, y hay que obedecer.- Desvió la mirada, pero no antes de que pudiese ver el dolor y la rabia en sus ojos.

- ¿Conoces al chico?- pregunté curiosa, empezando a sospechar.

- ¿Qué chico?- Preguntó haciéndose el tonto.

- Sabes de qué chico hablo. Ahora, contesta.

- Tienes razón. Conozco muy bien a Black, pero prefiero hablar de otra cosa, ahora.

Inspiré profundamente, y decidí dejar de hablar de eso.

Pasamos el resto de la tarde hablando de cosas triviales y haciendo tiempo hasta la noche, donde me dejó en la puerta de la casa de la manada con la promesa de vernos la mañana siguiente e ir a bañarnos juntos al lago.

Esa noche, dormí mejor que en mucho tiempo, sin ninguna pesadilla hasta que el sol salió por el horizonte con la promesa de un nuevo día.

* * *

¡Hola! 

Espero que os guste el capítulo :3

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¡Hasta pronto <3!  



LA DECISIÓN DE UNA LOBADonde viven las historias. Descúbrelo ahora