-¿Encontraron algo?-El detective había preguntado a uno de sus hombres.-
-No señor. Todo lo que encontramos fue esta carta para el señor Coleman.-Respondió uno de los hombres de la fuerza de policías.-
El detective suspiró. Eran las tres con dos de la mañana cuando llamaron para ver que sucedía en el hotel. Era raro sabiendo que el hotel tenia muy buena reputación y era lujoso.
-¿Avisaron a la familia?-Preguntó. El joven oficial asintió.-Denle la carta. Quizás sepa algo.-El muchacho asintió y se dirigió hacia donde se encontraba un hombre de al menos unos 34 años. Sus ojos tenían miedo y su labio una notoria herida.
-Bruce Coleman. Esto es para usted.-Sin decir una palabra Bruce tomo la carta en sus dedos la abrió con cuidado y empezó a leer.
Quería saber de una vez por todas que sucedía.
Querido Adam.
Hola adam, quizás te estés preguntando, ¿Quién soy? ¿de donde te conozco?. Un montón de preguntas que ahora seré capaz de responder en su debido tiempo.
Al final de esta carta quizas me odies. Pero todo lo hago por una razón: amor. Un amor fuerte que ni siquiera cada uno de los impedimentos que sucedieron fueron capaces de borrar. ¿Un amor enfermizo? Tal vez.
Muchos dirían que es obsesión. Una obsesión no sana hacia ti. Pero soy humana y sentí mi corazón latir de manera descontrolada cuándo te ví por primera vez.
Recuerdo cuándo llegaste al salón de sexto grado. Todos los ojos fijos en ti. Y tú tenias miedo. Te presentaste con voz segura aun sabiendo que te hacías del miedo en los pantalones. Inmediatamente el maestro se fue, empezaron a molestarme. Y es que al parecer ser la rara y callada del salón era muy muy malo.
Insultos, jalones y patadas era lo que recibía día con día. Pero ese día, cuando tú llegaste me defendiste. Peleaste por mí, aún sabiendo que te golpearían también. Eso no te importo y me sonreías. No me mirabas con asco u odio, como los demás.
Ese día me enamore de ti. Me convertí en tu amiga, esa persona a la que le contabas tus secretos y sueños. Tú te convertiste en mi príncipe azul de brillante armadura. Alguien en quien podía confiar con ojos cerrados. Llegue a amarte y te amo como no tienes idea.
Pero tú solo me veías como eso. Una amiga. No sabes cuanto dolió tu rechazo en secundaria. Llore y me encerré en mi habitación. Impidiendo que cualquiera entre. Aun sabiendo que los problemas ya eran parte de mi vida.
Una familia disfuncional. Un padre que solo trabajaba y no le dedicaba tiempo a su familia por estar en la oficina. Y que como si no fuera poco engañaba a su esposa con la secretaria. Una madre que lloraba hasta caer dormida. Y culpaba a su única hija por todas sus desgracias. Una botella de vodka vacía todos los días. Y un amante a su lado.
A los doce años y con las cosas que pasaban dentro de mi casa. Nadie nunca me creería si hubiese dicho que el amante de mi madre me miraba con ojos perversos y me obligaba a tocar ciertas partes de su cuerpo. Diciendo que era un "juego".
Agradezco que no pasara a mayores. Ya que mi padre al fin pidió el divorcio a mi madre. Y yo le suplique que no me dejará con ella. Todo pareció mejorar. Hasta que me enteré de que los fines de semana los pasaría con mi madre y ella aprovechaba cada uno de esos días para pegarme.

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Dear Adam.
Short Story"Una carta puede ser el comienzo y el final de una vida." Todos los derechos reservados. prohibida su copia u adaptación. fecha de creación: 28/10/17 fecha de publicación: 31/10/17 Bella portada echa por: @Abr31ego08 por la portada. advertencia: Mu...