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Summary: AU. El sonido tenue y suave del piano, mostrando la melancolía de dos almas confusas, enamoradas pero temerosas. Se suponía habían dejado los prejuicios y la tristeza atrás, esto era París, no su triste realidad.

Disclaimer: La historia es de mi pertenencia, en ella sólo utilizo sin ningún fin de lucro, a los personajes de Naruto, cuyo creador es Masashi Kishimoto. Está prohibido re-suban esta o cualquier otra de mis historias, o adaptarlas.


Dix

¿Podría la vida ser más irónica?

Sasuke se preguntaba con amarga y falsa diversión. Lo cierto era que él no había estado tan calmado desde que se enteró de los planes de su padre. La realidad era que estaba a tan cortos instantes de lanzar todo por la borda: su razonamiento, coherencia y respeto. Su mente era un caos, igual que el interior de su ser. Durante tanto tiempo había omitido sus verdaderos pensamientos, aceptado con la mirada baja lo que su familia le imponía, lo que su familia quería.

Luego conoció a Sakura y una pequeña flama de esperanza nació. Candor y deseo se instalaba dentro de sí. Porque esa chica era diferente a él: sin estar corrompida por el deseo del estatus alto, decidida y fuerte. Ella no veía a Sasuke como los demás lo hacían, como un una cuenta bancaria o un linaje impecable, sino por lo que realmente valían como persona. ¿Era eso lo que le atrajo de ella? ¿Lo que le hizo querer estar más cerca? Era tonto hacerse esas preguntas, pues la respuesta la tenía muy clara. Desde el primer momento en que fueron presentados, desde el instante en que Sasuke inclinó su cabeza con respeto a la par de ella, desde que él aceptó silenciosamente su compañía y luego buscó por más.

Era adictivo -el sabor de ella, la sensación de calma e ilusiones que sólo Sakura le hacía sentir.

Por eso, cada día en su compañía, cada palabra dirigida a su persona, cada momento de silencio iban creando en el joven Uchiha la idea de no hacer lo mejor para los demás, sino para sí mismo.

Y lo mejor para sí mismo no era seguir los pasos de su hermano, como muchas veces intentó. Lo mejor para sí mismo no era estatus o riquezas. Era un sueño.
Una ilusión boba nacida del anhelo hacia Haruno Sakura.

Claro que esa idea, aunque desechada muchas veces, era insistente en él.

Y aún así, el destino se burlaba, pues se le dio esa oportunidad.
Era perfecto.
Era como si alguien hubiera escuchado sus más profundos pensamientos y le diera este regalo.

Casarse con ella.
—Tengo entendido que es tu amiga. No hay problema. ¿Cierto, Sasuke?

El tono inflexible de su padre, quien no esperaba realmente una respuesta, mucho menos una negación.
Pero su mente viajaba a recuerdos de dicha chica, de pláticas y deseos confiados

"No me quiero casar por obligación." Sakura una vez dijo.
—Llamaré a la residencia Haruno, podremos recibirnos con ellos mañana mismo.
—No.
—¿Cómo dices? —la incredulidad en el rostro de su padre era leve, en cambio sus ojos negros se fijaron completamente en los de Sasuke.
—Quisiera... quisiera decirle yo a Sakura primero —tartamudeó un poco, la presión de esos ojos o la imponente figura de su padre, o bien, el sulfuro enojo que dentro de sí mismo nacía. Sasuke no pensó mucho en eso. —Ella también debe opinar en esto...
Ofreció débilmente. ¿Qué más quedaba? Quiso mantenerse seguro y fuerte frente a su padre, y no sabía que él podía ver entre las gritas de su máscara.
No comentó nada más, sólo aceptó, algo escéptico.
Sasuke pidió permiso y se retiró. Controlando su respiración hasta llegar a la sala de música.

"No me quiero casar por obligación."

¿Realmente ese era el problema? ¿Qué Sakura no quería un matrimonio arreglado? Incluso con él...

Cuando ella le había dicho, con ojos faltos de ilusión, de cómo sus padres habían iniciado la búsqueda de citas matrimoniales, a Sasuke le había dado un dolor en el pecho pues sabía su familia empezaría lo mismo. Su mente silenciosa, su corazón temeroso.

Su mente era un reverendo caos. Mentiría al decir que lo hizo sólo por ella, escaparse.

Era egoísta.

Y la situación era  ridícula, era más que estúpida. Era un chiste de mal gusto.
Peor aún, escaparse con quien sus padres le prometerían. Llevarse a la chica sin decirle la verdad  y evitar estar atado a ella.

Parecía que Itachi formaba parte del castigo, pues le había ayudado a escapar pero no a cualquier sitio.
—¿Estás demente?
—No soy yo quien se roba a mi propia novia para evitar casarme con ella.
—¡No es mi novia! ¡Y no pienso ir a ese lugar!
—Como yo lo veo, no tienes muchas opciones. Sabes que entre más lejos, más tiempo tienes antes de que padre te traiga de regreso.
Y era cierto, pero esconderse en la  llamada "cuidad del amor" era parte de lo irónico y cruel de toda esta estupidez.

No le amaba. Sasuke no sentía amor romántico por Sakura, si es que alguna vez llegó a experimentar dicho sentimiento. Pero era miedo, cobardía e inseguridad. Todo por lo que le arrastró junto a él.
Sabía que ese escape era un error, que solo lograría poner furioso a su padre y posponer lo inevitable... pero necesitaba desesperadamente un respiro.
Y no podía irse sabiendo que le rompía a Sakura el corazón. ¿Que diría ella si él desapareciera ante el compromiso de ambos?
Sasuke temía a la decepción de sus padres, pero no creía aguantar el quiebre de Sakura. Si al final les forzarían a estar juntos, podría al menos tratar de comprender dicho futuro, estando solo con ella. El objetivo principal era experimentar la libertad. Llevar a Sakura, quien igual que él había sido encadenada... ambos podrían, al menos, respirar un poco.
Eso pensaba Sasuke al observarle. Como esos ojos verdes llenos de sentimientos temerosos miraban la icónica arquitectura de las calles desde el interior del auto.
En cambio, Sasuke sólo veía a Sakura. Y más allá, lo único que podía registrar era la lluvia -como lágrimas del cielo anunciando un mal augurio.
Un presagio de algo que terminaría  mal.

Sasuke era egoísta, y seguiría siéndolo, porque decidía ignorar todo y a todos, centrándose únicamente en lo que tendría que pagar más adelante.
Y así mismo se preguntaba, mientras Sakura le sonreía con timidez:
¿Qué haría ella cuando se enterará de que él prefirió escaparse que casarse con ella?

No lo sabía, pero disfrutaría de esta breve libertad lo más que pudiera y pospondría lo inevitable.

Y para entonces, él aceptaría su condena.

Paris...

[In the Rain]

La cuidad de las luces. La cuidad del amor.
Así se le conocía, pero Sakura no quería ilusionarse. Ella  de verdad que no quería levantar sus esperanzas, pero si esto no era como una novela romántica, entonces no sabía de qué otra manera describirlo.

Dos jóvenes que se escapan de sus destinos, juntos hacia la cuidad de los amantes.

La lluvia simplemente le daba una sensación romántica e íntima a esta novela que su mente se creaba. El frío en ella era pasable, cualquier cosa lo era al saber que Sasuke estaba junto a ella.

París. Para escapar de sus padres. Para huir de sus vidas. Para tener la libertad de de elegir qué hacer. De equivocarse, de divertirse y de vivir.
Experimentar.

No sabía cuánto tiempo durarían ahí, ni quería pensar en las consecuencias pero Sakura se prometía que a pesar de todos y todo —a pesar de su inevitable equivocar– ella y Sasuke saldrían adelante. Demostraría que puede ser la mejor versión de sí misma.

"Y si ambos caemos nos levantaremos juntos..."

Lo juraba. Lo juraba ante esos ojos de un oscuro profundo, lo juraba con su corazón en la mano, entregándole a él esta vulnerabilidad. Y es que ahora lo aceptaba; le quería.
Y se decía a sí misma que cuando hay amor, todo es posible.
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¿Cierto?
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Chan, chan chaaaaaan.

PARIS [In the Rain]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora