Al llegar a casa de Ashton, el padre de este estaba en la sala viendo la tele.
-Papá,¿puedes venir un momento?
-Claro.-Dijo viniendo hacia nosotros.-¿Qué....Anne?
-¿Tom?-Preguntó mi madre.
-¡Cuanto tiempo!Ya decía yo que Lottie, me recordaba alguien...
-¿Os conocíais?-Preguntamos Ash y yo al mismo tiempo.
-Si, estudiamos juntos.-Respondió mi madre.
-¿Y qué os trae por aquí?-Preguntó Tom.
-Pues verás las invité a comer...-dijo Ashton.
-¿Y esas maletas?
-Pues...
-Nos vamos a ir a casa de tía Helen.-Dijo Sophie.
-¿Y eso?
-Mi padre me pegó, y no lo aguantamos más.-Dije de tirón.
-¡Charlotte!-Me regañó mi madre.-Veras Tom, mi marido ya no es lo que fue hace años y bueno mejor cortar por lo sano, que lamentarse y que llegué a cosas peores.
-Entiendo...-Dijo Tom un tanto incómodo por mi comentario.
Luego de comer y hablar de tema triviales, mi madre decidió llamar a tía Helen.
-Vuestra tía dice que nos acoge en su casa encantada.-Dijo mi madre guardando el móvil en su bolsillo.
-¿Y vive muy lejos?-Preguntó con un tono un tanto apagado.
-No te preocupes, vive cerca.-Dije sonriendo.
Cogimos nuestras maletas y salimos de casa de Ashton rumbo a casa de tía Helen.
Llamamos un taxi y en unos quince minutos ya habíamos llegado.
Salimos del taxi, y el señor muy amablemente nos ayudó con nuestras maletas, que aunque sean pocas, la mía, por lo menos, pesaba lo suyo.
-Helen, estamos abajo.-Dijo mi madre luego de timbrar en el telefonillo.
-¡Chicas, cuánto tiempo!-Dijo tía Helen una vez dentro de su casa.
-Muchas gracias Helen, estaremos solo por una temporada, luego ya buscaremos un apartamento para las tres.
-Podéis quedaros todo el tiempo que haga falta.
Tía Helen era la hermana pequeña de mi hermana, luego estaba el tío Robert, el mayor de ellas dos.
-Hay un problema, solo tenemos una habitación.-Dijo tía Helen.
-No pasa nada, si quieres, mamá, yo puedo dormir en el sofá.-Dije.
-Pero Lottie...
-No pasa nada, voy empezar las clases, y tendré que quedarme hasta tarde para estudiar, y así no os molestaré.
-Bueno,-dijo mi madre alargando la "e"- pero sabes que no me gusta que duermes en un sofá es malo para la espalda.
-Da igual mamá.
Dejé las cosas en la maleta ya que si dormía en el salón no dejaría las cosas por ahí tiradas. Cogí el móvil y le envié un whatsapp a Ashton.
"Aaaash, ya llegué."
"Y...¿Está muy lejos?"
"No, en coche está a quince minutos, así que supongo que a pie, será a veinte o así"
"Jo, tendré que bajar la bici del trastero para ir a verte."
"JAJAJA. Que tontico eres a veces."
"Pero me amas así tal cual soy, con este swag que Dios me dio."
"Venga fantasma, descansa."
"Si fuera un fantasma haría lo posible para atormentar a algunas personas... ;)"
"Me haría fantasma y atormentaríamos gente juntos."
"En cuatro días empiezan las clases."
"Ya :'("
"Shoremos juntos"
"Hablamos luego que mi tía anda cerca y creo que sospecha algo"
"¿Algo?¿Lo qué? LOTTIEEEEEEEEE, NO ME DEJES CON LA DUDA. Bueno ya hablaremos, ¿de qué podría sospechar? Soy un sol, me la tienes que presentar"
Me hizo gracia como dijo lo de "shoremos" en vez de decir lloremos.
-¿A quién sonries como una tonta?-Preguntó mi tía.
-¿Qué?
-¡Ay el amor!
-¿Qué dices? Tía no es lo que piensas, en realidad, Ash es solo un amigo.
-Así que Ash...¡¿ANNE CÓMO ES ESO DE QUE TU HIJA TIENE UN AMIGO Y ME ACABO DE ENTERAR !?- Gritó mi tía.
Yo negué riendo y me fui al baño a ponerme el pijama, ya que se había hecho tarde y lo único que íbamos hacer sería cenar y ver alguna película o simplemente dormir.
-¿Y Jules?-Preguntó mi madre una vez sentadas todas a la mesa con la cena delante. Jules es mi tío, su marido. Trabaja de piloto en unaaerolínea muy conocida, y la palabra hijos no le suenan a ninguno de los dos, aunque aman los hijos ajenos, como nosotras.
-Pues viene mañana...-dijo mirando la comida del plato- ¡ESPERA! NO LO AVISÉ DE ESTO.-Dijo abriendo los ojos como platos-Bueno ya se lo diré, él os ama.
Sonreí al ver a mi hermana quedándose dormida delante del plato.
-Mamá...-Dije señalando con la cabeza a mi hermana, mi madre y tía Helen sonrieron.-Si quieres la llevo a cama...
-Muchas gracias cielo.
-Ven pequeña.-Cogí a mi hermana en brazos y ella apoyó su cabeza en el hueco que hay entre el cuello y el hombro.