No era la primera vez que lo veía, recordaba todas las veces que llegaron a caminar por el mismo rumbo ¿para qué mentía? Diez años seguidos le había visto y aunque no supiera su nombre si recordaba su cara y como vestía en todas y cada una de las ocasiones en que sus ojos le divisaron.
A la edad de 19 años la gente en Halloween ya no solía darte dulces alegando "ya estas demasiado grande" ¡pero qué tontería! aun así a Izuku Midoriya le importaba muy poco, gustaba de vestirse con un disfraz e ir a recolectar golosinas junto a su mejor amiga: Ochako Uraraka . Y ahora, una semana antes dos amigos estaban comprando sus disfraces.
-Izuku! ¡pruébate este que te quedara genial! - hablaba la castaña mientras le mostraba un traje de gato.
-¡Ochako por favor, hemos dicho que nada de filias extrañas! - mencionaba un peliverde algo asustado pues el conjunto era un vestido de maid con orejas y cola de gato.
-oh~ pero si te verías tan lindo! pero está bien, que tal si mejor probamos con este- la chica tomo un vestido de vampiro clásico, una camisa blanca con botones negros, un pantalón de vestir negro y una capa de dos vistas: una negra y la otra morada.
-no lo creo... me he vestido algún otro año de vampiro, mejor busquemos otro- el joven de cabello esponjado realmente no estaba seguro de querer comprar algo... al menos en esa tienda- además... Uraraka, esta tienda es algo cara ¿no pudimos haber ido a algún basar o mercado? mi presupuesto este año es corto.
-oh, ese era el problema ¡¿por qué no lo mencionaste antes de hacerme perder 3 horas de mi vida buscando un traje para ti?!- la chica de mejillas rojas hacia un puchero, cerca de tres minutos después su cara se ilumino, al parecer tenía una idea -he visto algo muy sencillo y barato por allá, ¡en un momento lo traigo!.
Izuku se veía algo asustado, cuando esa chica planeaba algo normalmente era de temer. Alejo ese pensamiento cuando la vio llegar con... ¡una sábana!
-que es eso Uraraka! - el desconcierto se leía claramente en la cara del pecoso
-¿que no es obvio? es un traje de fantasma, es muy barato y nunca te has vestido de uno así que no le veo el problema.
Ella tenía razón, además ya estaba harto de seguir en esa tienda, quería irse a casa así que no puso objeción, pagaron en la caja y tomaron el rumbo a la casa de cada uno.
Ya de noche, estaba en su cama mirando hacia el techo, se preguntaba miles de cosas desde cual era la diferencia entre el ketchup y la salsa de tomate hasta el si volvería a ver a aquel rubio. cada año se topaba con él, pero extrañamente solo lo veía en los recorridos para la recolecta de dulces, en ninguna otra fecha le había visto cerca de ahí, recordaba cada traje que había usado en los 10 años que le vio, un diablo, vampiro, la muerte, momia, zombi, payaso asesino, de hechicero, de pirata, de poseído, de ninja y dudaba verlo este año, ya estaban muy grandes para esas cosas ¿verdad?
La semana se había pasado muy rápido, y ya era hora de salir a la recolección anual, Izuku vestido de fantasma y Ochako de bruja.
Ya habían pasado horas y como Izuku lo supuso, no vio a aquel rubio pero no dejaría que eso arruinara su noche, el dúo había caminado una distancia considerable y cada uno ya llevaba su mochila atascada de dulces así que ya regresaban a su casa cuando de pronto un chico los intercepto y les dijo -!he chicos! Un par de cuadras más adelante hay una fiesta de disfraces y todos están invitados así que les espero ahí- y el chico pelirrojo se alejó de ellos. Los dos estaban desconcertados ¿Quién era ese muchacho? Pero... los había invitado a una fiesta... eso era lo importante ¿no?.
-Izuku, no estamos muy lejos de casa y tenemos permiso de llegar tarde hoy ¿quieres ir a la fiesta?-en la cara de la chica se podía leer con facilidad la palabra emoción, pues nunca les habían invitado a algún evento social, no eran los más populares exactamente.
-no lo se, realmente no conocemos al chico y... -volteo a ver a su amiga, oh gran error pues ella habia puesto cara de "gato con botas" y sabía perfectamente que no podría negarse a esa cara- pe-pero no debe... -el chico suspiro- pero solo media hora ¿de acuerdo? - el chico termino cediendo.
-¡gracias Izuku, te amo más que ayer y menos que mañana!- y el muchacho fue jalado inmediatamente por su amiga.
"...pero solo media hora..." ¡¿en qué demonios estaba pensando cuando cedió ante ella!? Gracias a eso ahora estaba solo sentado en la banqueta fuera de la casa organizadora, llevaba una hora sentado ahí de las dos que ha estado en la fiesta, ocupo 20 minutos hablando con su amiga, 40 minutos buscándola y una hora sentado en donde está actualmente.
Estaba muy concentrado maldiciéndose a sí mismo y a su amiga que no sintió en que momento alguien fue a sentarse junto de él, volteo a ver a su "acompañante" y lo vio, ese joven de cabello cenizo y ojos escarlata estaba al lado de él ¡era una oportunidad única! No perdió mucho tiempo y se decidió a hablarle.
-ho-hola- la voz temblaba, realmente estaba muy nervioso
El chico, que anteriormente miraba hacia el cielo nocturno, volteo a verlo –¿qué quieres? - el mal trato que le dio no le sorprendió en nada pues ya le había visto hablarle de mal modo a sus amigos.
-nada, solamente quería romper el hielo- que se esperara su reacción no hizo que la decepción por aquella respuesta grosera disminuyera.
-pues no lo intentes, estoy malditamente molesto en este omento así que vete o guarda silencio, mierda- el chico vestido de lobo regreso su mirada al cielo
El pequeño peliverde prefirió guardar silencio pues prefería estar junto al chico con el que fantaseaba desde hace unos años. El silencio no era incomodo, tal vez porque realmente ninguno le tomaba importancia, todo lo que se oía era la música de dentro de la casa hasta que el rubio volvió a hablar
-¿Quién te invito a ti? - la pregunta le sorprendió a Midoriya así que no respondió- tch ¡estoy hablando! ¡¿Quién demonios te invito?!
¿Quién le había invitado? No lo sabía realmente- no lo sé, era un pelirrojo que nunca había visto- decía mientras que el también miraba el estrellado firmamento.
-así que también te invito el maldito Kirishima tch tendré que darle una paliza, le digo que no quiero escándalo y se trae a todo el barrio, maldito- decía el rubio mientras prendía un cigarrillo
-tu-tu eres de por aquí? - no desperdiciaría la oportunidad, si su amor prohibido había comenzado a hablar no desperdiciaría la oportunidad-
El rubio, quien ya se veía más relajado soltó un poco de humo y contesto- solo pasaba aquí visperas de Halloween, pero ahora que la casa es mía viviré aquí- terminando la oración dio otra calada al cigarrillo.
-oh... vaya, yo vivo a unas cuadras de aquí, soy Midoriya Izuku, mucho gusto- extendio su mano hacia el rubio, quien le miraba aun sin tanta confianza pero que al final termino cediendo al apreton de manos –soy Bakugo Katsuki...
Y así fue como conoció al explosivo Kacchan, su Kacchan.
Obviamente no todo era fácil, tardo mucho tiempo en ganar su absoluta confianza, en declararse, volverse novios, esposos, amantes, había veces que peleaban, pero sin falta cada 31 de octubre celebraban el estar juntos.
Halloween celebra la muerte, pero los muertos celebran el ver juntas a un par de vidas...
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Como ya deben de saber, este es un One shot participante en un concurso del grupo de Facebook Katsudeku. Espero haya sido de su agrado y perdonen la horrografia ❤
...
Por cierto! Les agradecería muchísimo el que dejarán su hermosa estrellita y más aún, un sexy comentario!
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Katsudeku Halloween
FanfictionDesde hace diez años lo veía y recordaba claramente como es que vestía en cada ocasión en sus ojos le divisaron...