Art is not a crime ❀YoonMin✿

❀ P a r t e ú n i c a ✿

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Tantas cosas empiezan y acaban como un juego.

El chico de cabello verde menta observó atentamente al dibujo junto al suyo, lo atribuyó a una casualidad, pero luego de mirarlo fijamente durante unos segundos se dio cuenta de que este era intencionado, le pareció hermoso, artístico, tanto así que volvió más tarde para verlo de nuevo, tomando las precauciones de siempre: la calle en su momento más solitario, ninguna persona en ningún lugar, acercarse con indiferencia, fingiendo interés en el agua marina del muelle y yéndose enseguida.

Su propio juego había empezado por aburrimiento, no era en verdad una protesta en contra del servicio militar obligatorio, el toque de queda o la prohibición amenazante de pegar carteles o escribir en los muros. Simplemente le divertía hacer dibujos con latas de pintura, aerosoles o tizas de colores, y, a diferencia de los horribles grafitis del garaje de en frente (líneas y letras sin sentido en colores amarillos, rojos y celestes hechas por Namjoon y Taehyung) sus creaciones no eran un "grafiti" eran arte.

De vez en cuando le gustaba ir a verlos y hasta con un poco de suerte asistir a la llegada del camión municipal y escuchar los insultos de los inútiles empleados mientras borraban los dibujos. Poco les importaba que clase de diseños sean, la prohibición abarcaba cualquier cosa, ya sea este el inocente dibujo de un niño o una obra maestra, los borraban entre palabrotas y amenazas.

En la ciudad no se sabía demasiado de que lado estaba el miedo; quizá por eso le divertía dominar el suyo y cada tanto elegir el lugar y la hora propicios para hacer un dibujo.

Nunca había corrido peligro porque sabía elegir bien, y en el tiempo que transcurría hasta que llegaban los camiones de limpieza se abría para el algo como un espacio más limpio donde casi cabía la esperanza.

Mirando desde lejos su creación podía ver a la gente que le echaba una ojeada al pasar, nadie se detenía, por supuesto, pero aun así no dejaban de mirarlo. A veces este era una rápida composición abstracta en dos colores, otras veces era la figura de algún objeto o animal y una sola vez escribió una frase, con tiza negra: "corro y corro, pero no estoy llegando a ningún lugar" no duró mucho tiempo y esta vez la policía en persona la hizo desaparecer.

Él era el responsable de toda obra de arte plasmada en ese lugar.

Así que cuando otro dibujo apareció al lado del suyo casi tuvo miedo, de golpe el peligro se volvía doble, alguien se animaba como él a divertirse al borde de la cárcel o algo peor.

Había algo en sus diseños que los hacían diferentes y únicos: un trazo, una predilección por los colores azules fríos, un aura. Lo admiraba, tanto así que tuvo miedo por esa persona, esperó que esa fuera la única y última vez que se arriesgara de esa manera.

Pero no fue así.

Él mismo una vez casi se delató cuando esa persona volvió a dibujar junto a uno de sus diseños, una mariposa de colores azules como el agua se situaba junto a su árbol de idesia, el cual parecía estar hecho de fuego. Se quedó ahí parado, mirando la pared fijamente, perdido en su mundo, sin darse cuenta de que una patrulla estaba estacionada a su espalda. Los policías que estaban de guardia esa noche intentaron reducirlo. No lo lograron, Yoongi fue mucho más rápido y escapó sin consecuencias.

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Unos meses después empezó un tiempo diferente, más sigiloso, más bello y amenazante a la vez. Descuidando su empleo salía a cualquier momento con la esperanza de encontrar a su artista, eligió para sus dibujos esa pequeña estación que podrías recorrer en un solo rápido itinerario, volvió al alba, al anochecer, a las tres de la mañana. Fue un tiempo de contradicción insoportable, la decepción de encontrar un nuevo dibujo junto a alguno de los suyos y la calle vacía, y la de no encontrar nada y sentir la calle aún más vacía. Una noche vio su primer dibujo solo; lo había hecho con pinturas de color azul, blanco y gris, una hermosa ola de mar adornaba la sombría estación de tren. Sintió que era como una señal.