Los Misterios de Aile

Los Misterios de Aile I

Prólogo...

      Salía del instituto, saludando a sus amigas. Misaki, o Misa, había de tomar la dirección opuesta a la de todas sus compañeras para llegar a su casa. Bueno, no de todas. Una chica llamada Aile, la solitaria, como la llamaban en la escuela, tomaba el mismo camino. Misa siempre la había mirado con curiosidad, a pesar de lo que decían sobre aquella chica tan extraña. Era solitaria, reservada, y parecía que su sitio estaba en algún bosque luminoso y misterioso en algún lugar perdidio en los confines del mundo. Era una chica de pelo rojizo, grandes ojos verdes, almendrados, y de figura estilizada y delicada; Misaki, en cambio, era de pelo negro como la tinta, ojos redondos, azules, llenos de viveza, y una lluvia de pecas salpicaba sus mejillas. Misa caminaba por la acera paralela a la de Aile; sin embargo, una especie de imán invisible la animaba a mirarla, saludarla, decirle algo... aun a sabiendas de que no iba a responderle. Se sentía algo intimidada por su serenidad, por el aura que la rodeaba, por su paso firme y seguro, como un ciervo orgulloso y majestuoso. Pero a la vez tenía una especie de compasión hacia aquella chica, por la soledad de la que había sido dotada. Pero había algo que Misaki no sabía, y era que, en ese lugar recóndito del mundo, toda una auténtica masa de amigos esperaba a Aile, unos amigos...algo distintos de lo habitual.