Merry Christmas

808 144 57
                                    


I

Estaba emocionado.

No había pasado como él lo había previsto, es decir, había luchado, había audicionado en cientos de lugares lo cual para él fue un poco decepcionante ya que al haber ganado tantas competencias, el que su oportunidad de debutar se desvaneciera casi instantáneamente frente a sus ojos era bastante triste: Para nadie era un secreto que mientras más empresas visites, menos posibilidades tienes de triunfar. Él se había esforzado hasta desgastarse por demostrar sus habilidades y lo que podía ser capaz de hacer.

No pedía mucho, él sólo quería bailar.

Y lo había logrado, pero: No como él pensó.

Su madre había llorado al teléfono desde Gwangju cuando había recibido la noticia, ella también se había esforzado para ayudarle en todo lo que podía para que su retoño cumpliera su sueño ya que ella no pudo. Él también lloró y le agradeció por siempre estar allí para él, prometiéndole además que no la decepcionaría. Siguió llorando aun después de finalizar la llamada porque pasaría Navidad sin su madre, y a tantos kilómetros de distancia. Pero no podía dejar que aquello tan pequeño le hiciese flaquear, no después de todos los sacrificios que había hecho él y sobre todo su madre.

Por eso había aceptado todos los términos que había tenido que firmar toda esa hora en esa oficina tan impersonal frente a ese hombre quien le tendía la mano dándole la oportunidad de su vida. Ya dependía de él si funcionaba o no.

Rebuscó entre todas las llaves que tenía y probó una por una hasta por fin, luego de un par de minutos luchando contra la puerta: Encontrar la correcta. Al abrir con todas sus emociones a flor de piel y sus expectativas por los cielos por encontrar a todo un grupo de chicos esperando por él y recibiéndole con aplausos y festejos, encontró lo que su otro lado de la conciencia le decía.

Nada.

Una sala simple, junto a una cocina tan pequeña que seguro no entraría dos personas. Un largo pero muy angosto pasillo que daba a una habitación que él esperaba fuera al menos lo suficientemente espaciosa.

Estaba acostumbrado a tener su propia habitación y su propia privacidad...

Algo que no encontró en cuanto abrió la puerta.

Se paralizó ante el chico pelinegro tan pálido como la pared que se paseaba por la pequeña habitación en ropa interior.

Cuando reparó en su presencia, frunció el ceño.

— ¿Acaso no te enseñaron a tocar la puerta?

El bailarín se quedó pasmado en el marco de la puerta. Había sido un shock emocional que lo primero que viera al llegar fuera a ese chico con cara de mala leche, en boxers y además siendo tan rudo con él.

— S-sí...Pero...no sabía que había alguien... — respondió con las orejas rojas.

— Um...ya... ¿Quién eres? — preguntó nuevamente el más bajo dictando que las preguntas las haría él.

— Jung Hoseok, seré su nuevo compañero. —hizo una pequeña reverencia y apenado prosiguió inseguro — P-por favor, cuide de mí. Culminó haciendo que el otro riera tenuemente con los brazos cruzados sobre el pecho y una posición de superioridad a pesar de que andaba en ropa interior y era mucho más bajo que Hoseok.

— ¿Ya hablaste con Namjoon? — volvió a interrogar.

— Um...no... No había nadie más cuando llegué...

El chico pelinegro relajó la pose y tomó una bermuda de la cama para vestirse a ver si así el chico dejaba de mirar a todos lados excepto a él y volvía a su tono normal de piel.

Friends {YoonSeok} [One-Shot]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora