Te veía pasar, día tras día. Tantos sentimientos que causabas en mi. Me gustabas tanto.
Tampoco era el típico chico equis. Al contrario, tenía amigos, chicas tras mi pero la única que me importaba era ella. Luna Valente.
Quería acercarme y hablarle pero tenía temor a todo. ¿Quién fue aquel que dijo que la escritura no era una base de confianza? Era la única forma de acercarme a ella.
Fue por una carta. Así comenzó todo.
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–ғaтy.