Fangirl: Solo por ti

Treinta y tres

— ¿Qué hacemos en tu casa? —interrogue a Theo.

—Debo hablar contigo algo serio y en tu casa no lo podremos hacer —intenta sonreír pero solo veo una mueca.

—Theo, no me asustes —camino un poco más rápido para estar a su lado.

— ¿Recuerdas esa vez que dijiste "debes luchar por tus sueños"? —asiento.

Recuerdo que lo dije el día de mi cumpleaños luego de contarle mi sueño frustrado, ser una fotógrafa profesional.

—Sí, ¿tienes algún sueño frustrado?

En sus facciones noto que está triste, y deduzco que me dirá algo que me dolerá. En ese momento quiero besarlo y decirle que todo estará bien.

Luego de abrir la puerta de su casa ambos caminamos a su habitación. Sonrío al observarla mucho más ordenada que la mía, sinceramente carece de personalidad, la habitación no me dice absolutamente nada de Theo.

Las paredes están pintadas de blanco y no hay nada pegado, el cubrecama es negro, y es todo el color, no hay fotos, televisión o algo por el estilo.

—Desde pequeño he tenido un sueño —habla luego de ese interminable silencio que yo dedique a observar su habitación.

—Ven —tomo su mano y lo llevo hasta su cama, me siento y haga que él me imite.

—Nunca quise ser actor —me sorprendo ante su confesión—. Pero mi carrera se dio de un momento a otro y no supe como negarme. Y ahora no sé cómo hacerlo saber para que mis fans no se sientan decepcionadas de mí.

—Nunca nos decepcionaríamos de ti —murmuro acariciando su mandíbula en muestra de mi apoyo.

Que fuertes confesiones.

—Luego de que terminara de grabar la serie me llamaron de Nueva York —me sorprendo.

— ¿Nueva York? —el asiente aun triste—. ¿Por qué estás triste?

Mi mano aún está en su mandíbula y con mi pulgar acaricio su mejilla, el suspira cerrando los ojos para intentar relajarse.

No sé qué hacer para que él se sienta bien, un dolor en mi pecho me pone alerta.

Me duele que él esté así.

—Me ofrecieron un trabajo como modelo.

— ¡Cumplirás tu sueño! —coloco mis manos en su cuello atrayéndolo hacia mí, felicitándolo.

Nos quedamos unos minutos así, en la habitación solo se escuchan nuestras respiraciones.

Cierro los ojos sintiendo el calor que emana Theo, suspiro, entre sus brazos me siento como en casa.

De repente su cuerpo se comienza a agitar muy despacio, si no estuviera pegada a él no lo habría sentido.

Lo tomo de las mejillas para mirar sus ojos pero él se aferra a mi cintura y con su cara escondida en mi cuello. Su respiración se vuelve irregular.

—Theo —murmuro—. Mi amor —lo abrazo más fuerte.

¿Qué está pasando?

¿Por qué llora? ¿No está feliz de cumplir su sueño?

—Theo, ya llegue.

Luka abre la puerta de la habitación y nos mira sorprendido, segundos después deduce lo que está pasando y lentamente retrocede saliendo del cuarto mientras cierra la puerta para darnos privacidad.

—Theo, mírame —pido.

Él niega aun sin soltarme, me comienzo a asustar, ¿Qué está mal con Theo Pierce?

—Es una gran oportunidad —murmura sin despegarse de mi cuello— Pero mamá y papá no quieren apoyarme, además yo no quiero dejarte.

—Espera, ¿Qué?

—Me iré —levanta su cara.

Mis ojos se cristalizan al ver los suyos, rojos y llorosos, ¿Cómo uno se encariña tan rápido de las personas?

—Pero tus padres —mi mano limpia bruscamente las lágrimas que se escapan de mis ojos.

Suspiro tragando el nudo que se formó en mi garganta.

¿Cuán débil debes ser para dejar que alguien rompa en mil pedazos tu corazón?

—En unos meses cumplo dieciocho, seré legalmente un adulto.

—Te irás a cumplir tu sueño —asiento,

¿Quién soy yo para impedir que se marche?

—Lo siento —limpia su cara.

—Eso no se hace —murmuro sintiendo como mi cuerpo arde—. Entrar en la vida de alguien, hacer que te ame y luego solo marcharte.

—Keila —susurra sorprendido.

— ¡Eso no se hace!

Chillo levantándome de la cama.

Y cuando proceso lo que dije me derrumbo.

¿Acabo de admitir que amo a Theo Pierce?

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Admito que me dolió algo cuando escribí este capítulo:(

Capítulo dedicado a @Sylvie_DG una de las ganadoras del concurso del grupo de WhatsApp.