Hermana suicida de Zayn Malik

Dulce victoria.

Capítulo dedicado a: marianita090407
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La misteriosa persona que estaba sentada en el sillón es Isabel, esa arpía.
Está mirándome fijamente, con las piernas cruzadas y con un pijama lleno de dibujos de bocas y pintalabios, prefiero el mío de unicornios mil veces.
Hago como si no la escuchara y me doy la vuelta para subir las escaleras, todo está oscuro pero siento como si su mirada se clavara en mí, deseando apuñalarme.

Ella carraspea la garganta, a lo cual levanto la cabeza mirando al techo y protesto.

- ¿Qué coño quieres Isabel?

Ella se levanta, sin esos tacones no es tan alta. Y sin maquillaje parece puro bicho mojado como las películas de los gremlis.
Se acerca a mí, noto su aliento, es gélido por el frío pero noto un suave aroma a fresas, como esa zorra se haya comido mis fresas le quemo el pelo.

-¿Dónde estabas?

-En un lugar.

-Zayn estaba muy preocupado por ti.

-¿Desde cuando te importa Zayn?

-Es mi novio.

-Eso no lo parecía mientras besabas a Justin apunto de procrear tu putería.

-No es lo que piensas, pero eso ya te lo explicará él. - Me voy a ir cuando me coge de la muñeca, apretando las cortadas, y no puedo evitar soltar un quejido, me levanta la venda y dice. - Ah, y la próxima vez que te vayas a rajar las venas, hazlo bien así no serás una carga para tu hermano.

Maldita zorra.
Eso me hace llorar. Como una cría, dolió. Lo va a pagar, muy caro.

- Eres una arpía Isabel.

- Y tú una Hannah Baker sin futuro.

- Como le digas algo a mi hermano te arrancaré cada espantoso pelo de tu horrible cabellera.

- Calma fiera, no le diré nada, si eres buena chica.

¿Buena chica?

- ¿A qué te refieres?

- Todo a su debido tiempo Melody.

Esta vez es ella la que se va, soltando mi muñeca bruscamente y apartándome dando un golpe en mi hombro, y me quedo aquí, en medio del recibidor sin saber que hacer.
Empiezo a llorar, soy débil.
¿Qué esperabas Melody? Eres una puta gorda, nadie te quiere.
Cállate.
Me tapo la cara entre mis manos.
Decidiendo mi final. ¿Debería tener ya un final?
Tal vez, sólo tal vez, pueda resistir unos meses más.
Subo las escaleras.
Todo está en un silencio, tan incómodo.
Entro a mi cuarto y veo a Justin sobre mi cama, abrazado a mi almohada con lágrimas secas en las mejillas.

La imagen que tengo delante de mí me parte el alma, el corazón ya estaba roto, y ahora el alma, este chico me lo parte todo, me lo quita todo, y habrá algún día que ya no me quede nada, que se lo haya llevado, y ese día lo más posible, es que se vaya.

Pero estoy cansada, mañana no iré a clases, no me encuentro bien.
Me acerco a Justin, dándome un golpe en el dedo pequeño del pie ¿¡CÓMO ES POSIBLE SI LLEVO ZAPATOS!?
Pues como duele el cacho hijo de puta.
Tendré ya la uña hasta negra de tanto golpe.

Me tapo la boca para no gritar y me siento en la silla del escritorio, esperando al que el dolor se vaya.
Dos minutos más tarde vuelvo a levantarme, me quito los zapatos, tengo miedo de volver a darme.
Cojo el móvil. 47 llamadas.
23 de Zayn y el resto de Justin.
Pongo el móvil a cargar.
Finalmente me acerco a él, de nuevo.

- Justin, debes ir a dormir a tu cuarto.

Él abre los ojos vagamente, me mira y rápidamente me abraza y llora en mi hombro.

- Vi la sangre en el suelo, temí de que te hicieras algo, no quiero perderte.

- Tú sólo haces que me aleje.

- Lo que viste no fue como pasó, de verdad, déjame explicarme.

-No hay nada que decir.

-¿¡Quieres dejar de ser una maldita cabezota por una vez en tu vida!?

No me lo esperaba, tengo curiosidad por saber que va a decir.

- Verás Melody, cuando saliste de la habitación Isabel entró para preguntarme algo sobre Zayn.

- ¿El qué?

- Eso va después, lo que importa es lo que pasó. Entonces al negarme ella se fue a dar la vuelta e irse enfadada, pero se tropezó con un zapato mío y calló sobre mí, no esperé que se callera así que sin querer, de verdad lo juro, nos besamos.

- Tú estabas bien feliz.

- No Melody, pasó segundos antes de que entraras, no me daba tiempo a reaccionar, luego saliste corriendo y te encerraste, cuando pudimos entrar había sangre en el suelo, por casi me da un ataque, había sangre por la ventana y me asomé con miedo de que tu cuerpo estuviera aplastado contra el suelo, pero no fue así.
Esperé aquí, hasta que volvieras, hasta este momento.

- ¿Dices la verdad?

Me coge la mano y la pone en su corazón, late rápido, unísono.

- Toda la verdad, te amo.

Lo abrazo, me siento como una inútil.
Pero.. Siento una dulce victoria en mi interior, mañana hablaré con Berit para que a Justin nada le haga.
Sólo a aquella asquerosa, ruidosa, irritante, arpía, cerda esquizofrénica, plástico marchito, fea tabla, de Isabel.
¿Asco tenerle? ¿Yo? tss, apenas.
Me tumbo a su lado, y empieza a besarme.
Siento como todo mi interior se enciende.
Y él me acaricia la mejilla hasta llegar a mi muslo, y cada vez que me toca la piel, algo dentro de mí salta, y no es un peo.
Me besa el cuello, me acaricia un pecho y me susurra en el oído:

- Te deseo.