CAPÍTULO 1. "Yo...ya no soy el mismo".

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 – ¡Jess! –tapones. Juro que compraré tapones para mis oídos, de otra forma estaba segura que Ellen me dejaría sorda algún día–. Por Dios, Jess. Te dije que usaras el vestido azul.

El negro me va más –contesté sentada frente a mi buró mientras me aplicaba el labial, que, por cierto, también era negro. 

– Pero me dijiste que te disfrazarías de hada, y yo hasta te fui a conseguir las alas. Pudiste decirme antes para no gastar mi tiempo peleándome con una niñita de ocho años que también las quería, y que, por cierto, ¡eran las últimas! –solté una enorme carcajada y Ellen me miró mal.

– Cambio de planes, las hadas son muy buenas para mí –terminé de ponerme el labial y caminé alrededor de mi recámara luciendo mi estilo gótico– ¿Y qué? ¿Maltrataste a una niñita por unas alas? Deberías ir presa por eso.

– Ay, ¿y de quién es la culpa? –dijo cruzándose de brazos mientras que con una especie de bufido se despeinaba el flequillo–. Sólo espero que ese estilo sea lo suficientemente bueno como para dejar a Sean babeando por ti.

Descuida, sé que lo hará –le aseguré sintiéndome satisfecha por lo que veía en el espejo. El negro me quedaba muy bien ya que acentuaba mi pálida piel, al igual que lo hacían mi cabello y mis ojos cafés. Volví a dirigir mi mirada hacia Ellen quien llevaba ambas manos en la cintura. Sus piernas eran largas y perfectas, era algo extraño porque su cuerpo la hacía ver sexy, pero su rostro lleno de pecas la hacían lucir inocente. Sin embargo, lo que más envidiaba de ella era su rojo cabello– ¿De verdad no vendrás?

– No, recuerda...estoy castigada –soltó acompañada de un suspiro. Sabía lo mucho que había preparado su disfraz de vaquera, era una lástima que no fuera. Tendría que criticar yo solita a los malos disfraces que viera por ahí, ¡que aburrido! –. Pero debes prometerme que te la pasarás muy bien.

– ¿Sin ti? Es como si me pidieras que viera Gossip Girl sin botanas. Y nunca veo Gossip Girl sin botanas –la escuché soltar su carcajada para después negar con la cabeza.

– Lo entiendo, soy vital para la humanidad, pero tú, mi queridísima amiga, vas a salir por la puerta y deslumbrarás con ese disfraz de Morticia –sonreí, aunque no pasó ni un segundo cundo me empecé a sentir desanimada otra vez, casi como si me estuviera por despedir de Ellen para no verla como dentro de 5 años. Y sí, exageraba, pero nosotras siempre estábamos juntas... ¡incluso cuando estuvimos en el vientre de nuestras madres! –. Vamos, Jess. No te amargues por mí.

– Hmm...

– Y cuando regreses podemos continuar con nuestro maratón en Netflix. Ya le pedí permiso a mi madre, dijo que como se trata de ti me lo dejará pasar, aunque esté castigada.

– ¿En serio? Entonces, es un trato –le sonreí satisfecha. Ella hizo lo mismo y después me acompañó a la puerta.

– Anda, ve a dejar boquiabiertos a un par de chicos –dijo mientras que con un leve empujón me hacía salir por la puerta–. Y por favor, quita esa cara de amargada.

– Es parte del personaje...

– Ajá, lo que digas.

(...)

Después de estar aproximadamente veinte minutos de pie intentando encontrar a Sean, decidí acercarme al área de las bebidas. Habían adornado todo perfectamente bien, el jugo era rojo simulando la sangre, y los postres tenían la temática de cosas asquerosas, algo así como tripas, cerebros, dedos cortados...Quizás mucho para mis ojos, pero debía admitir que había quedado bien. Tomé el vaso y lo llené del jugo, y mientras lo hacía, mi mirada seguía buscando algún rastro de mi novio, pero él simplemente no estaba o al menos no en un lugar visible. Me tomé todo el jugo de un jalón y me dispuse a buscarlo afuera del gimnasio del instituto.

Amor Sabor O Positivo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora