Sus ojos claros se cristalizaron ¿en verdad estaban diciendo eso?¿acaso oían lo que decían?
—Dime que no es verdad lo que estas diciendo Kyle—suplico oculto bajo la capucha. El resto de superamigos lo observaban atónitos.
¿Porqué negaba semejante superpoder?
—Mysterion! Eres inmortal y reniegas de ello!—gritó la cometa humana sacudiendolo por los hombros—tu superpoder es genial!nunca morirás!—
—¿!crees que es genial!? Me han apuñalado, quemado, congelado, mutilado, atropellado y mil formas más de muerte Kyle!—gritó con rabia en la cara de su amigo.
—Kenny...—
—ya he muerto muchas veces—murmuró el de capa morada bajando la cabeza. Cuando la levantó sus ojos desquiciados bajo la capucha se fijaron en los de sus compañeros y estos temblaron—¡¡no puedo morir!!¿¡eso les parece genial!?—gritó arrebatando el arma del cinturón de herramientas.
Si, no morir era genial para ellos. Pero no para él.
—pues yo si que quiero morir—
—no!—pero el disparo en la cabeza del rubio fue más rápido que el grito de cualquiera de los presentes.
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Cuando despertó su cabeza se sentia pesada como si hubiera plomo en ella.
Deseo que esto sea el cielo, o el infierno. Con cualquiera me conformo
Pero no era ninguno. Era su cama, sus cosas, su casa, su familia. Y lo único que lo mantenía vivo.
—Karen...—murmuró. Estiró los dedos de ambas manos, definitivamente seguía vivo.
Para él no morir era una tortura que lo perseguiria por siempre.
No importaba cuantas veces las balas atravesasen su cerebro ni cuánto lo acribillaran o apuñalaran, ahorcaran o ahogaran.
