✘Capitulo 5✘

2K 131 0
                                    

Nada mas entrar noto que algo no está bien. Es...raro. Kail se tensa a mi lado, todo rastro de humor se ha esfumado de él. Me empuja suavemente hacía atrás y entra delante de mi.

-Kail ¿qué...? - no puedo acabar la pregunta, una risa de mujer llena toda la casa.

-Oh vamos Kail ¿ahora vas de protector? No te pega para nada cariño. - la voz viene de la cocina.

Kail camina delante de mi. Lo sigo de cerca, pero cuando llegamos a la estancia me mantiene detrás de él.

-¿Qué quieres Lia?- noto la amenaza en su voz. Debo poner toda mi atención en la chica que tengo delante, no tendrá más edad que nosotros. Es bonita, muy bonita. Tiene el pelo rojo corto y sus ojos parecen completamente negros desde donde me encuentro. Reprimo un escalofrío.

-Sabes muy bien que hago aquí. Desde que te has encaprichado con esta poca cosa estás despistado Kail, y eres demasiado valioso como para morir por algo tan insignificante.

Me tiemblan las manos, Kail aprieta un poco mi brazo, como para pedirme tranquilidad, no deja de parecer amenazador.

-No vas a tocarla. Y no creo que vayas a luchar contra mi. No eres tan fuerte como para vencerme, nadie lo es. - suena arrogante.

Esa maldita risa sale de la tal Lia otra vez. - Te hace débil. Todos tus sentidos están puestos en ella.

-Puedo acabar contigo sin el menor esfuerzo.

Me falta el aire, no entiendo que está pasando. Oh dios, siento la necesidad de salir corriendo de aquí.

-Él quiere que muera. Esta vez has ido demasiado lejos para desafiarlo.

-Me importa una jodida mierda lo que él quiera. - Kail sonríe, pero no es una sonrisa agradable.

-Haz lo que quieras, juega a ser un triste humano todo lo que quieras. Pero mi amor, por favor, no creas que él va a dejar que te debilites. No puedes cuidar de ella, no la puedes proteger de él.

Kail aprieta tanto la mandíbula que temo que se la rompa.

Y así como si nunca hubiera estado la pelirroja se va.

-¿Kail? - trago fuerte y respiro hondo, no sé que esta pasando pero necesito que me lo cuente. - Necesito una explicación.

Se da la vuelta y todo el aire de mis pulmones se esfuma cuando me mira.

-Lo sé. - dice. - ¿Dónde está tú madre?

La pregunta me saca de balance, pero me obligo a hacer funcionar mi cabeza. Mamá esta trabajando, pasa muchas horas en la oficina y seguramente se haya ido poco después de que yo saliera esta mañana.

-Trabajando. - digo al fin.

-Bien. Hablemos.

InfernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora