Rita con mucho cuidado terminó de examinar el diente de Lola, le gustaba lo que veía, aunque resultaba curioso que a diferencia del de su hermana gemela, el de ella estuviese desarrollándose más a prisa.
—¿No has sentido problemas al masticar la comida, hija? ¿Dolor, tal vez?
—Para nada, mamá. Este bebé es tan fuerte como los demás.
Con orgullo exhibía el naciente diente justo en su puente. Lana resopló un tanto enfadada. Su diente tardaba en crecer y le era bastante incómodo, incluso para masticar alimentos tan suaves como el cereal. No era justo, pensaba, si se suponía que ella no era tan delicada como Lola, además que desde siempre sus crecimientos en todos los sentidos habían sido a la par.
—Bueno, aquí terminamos. Avísame si te duele y te daré algo como a tu hermana.
En cuando su madre se alejó, la pequeña princesa se miró en el espejo con aires de superioridad y coquetería admirando su nuevo diente.
—Presume lo que quieras —le advirtió su pequeña hermana en cuanto su madre las dejó a solas—. Pero recuerda que no sólo Luan usó frenos, Lori también lo hizo y en las fotos a nuestra edad era idéntica a nosotras. ¿Qué te dice eso, alteza?
Lola le mostró la lengua. No estaba dispuesta a permitir que su hermana le echara a perder su momento. Aunque lamentablemente tenía razón y eso le preocupó. Lori llegaría por la tarde, lo mejor sería preguntarle hasta qué edad se los quitaron, pues si tenía que juzgar el tiempo en base al que a Luan le estaba tomando, podía darse por muerta. En la última revisión dental que su madre le hizo a su hermana mayor, en su opinión la cuarta hija tendría que usar los frenos por lo menos otro medio año. No entendía sencillamente como es que ella no tenía problemas con eso y hasta le encontraba el sentido del humor al respecto.
Por su parte, en su habitación Luan afinaba un repertorio de chistes universitarios que compuso para cuando Lori llegara del campus a visitarlas.
—Oye, Luna. ¿Tú sabes por qué los chicos reprueban a pesar de haber estudiado todas las preguntas? Porque lo que lo que debieron estudiar eran las respuestas —tan bueno le parecía que ella misma se rió—. ¿Entendiste?
Luna resopló dándole por su lado.
—Asegúrate de preguntarle primero cómo le fue en los últimos exámenes antes de decírselo, o tal vez no le haga tanta gracia —en realidad dudaba que sin importar las circunstancias le hiciera gracia—. ¿Estás lista para acompañarnos a escuchar a la banda en la noche? Quiero asegurarme que se la pase bien en el concierto.
—Sí, pero ya sabes, la noche será de ella, que si te pones muy eufórica...
—¡Ya sé! No quiero hacer sentir a nadie incómodo, mucho menos a ella.
Lisa que pasó cerca de la habitación, las escuchaba sin poder comprender cómo es que sus hermanas perdían el tiempo planeando cómo divertirse con el tiempo libre de Lori, cuando bien podrían pedirle que relatara sus experiencias en el campus y la vida universitaria que ahora vivía. Tener certificados universitarios debido a su intelecto a su corta edad, no era lo mismo a la experiencia directa viviendo en una universidad. Durante todo el mes que su hermana se había marchado, la pequeña genio no pudo evitar sentir envidia de ella. Todo lo que deseaba a su regreso, era interrogarla sobre hasta el más mínimo detalle sobre su experiencia de campo.
Interceptó a Lily en el camino, quien con los brazos abiertos y su frazada en mano corría hacia ella.
—¡Lisha, Lisha! ¡Juega conmigo!
—Lo ziento, Lily. Ez menezter que me prepare para la llegada de la mayor de nuestraz unidadez fraternalez del campuz universitario. Azí que en poz de miz atencionez, te auxiliaré en la tarea de buzcar un mejor atuendo para la ocazión.
ESTÁS LEYENDO
Tan sólo se dio
FanficTras volver a compartir habitación, la confianza, amistad y aquel vínculo fraternal tan fuerte entre Lincoln y Lynn se afianza aún más... quizá demasiado. Saben que está mal y deben detener sus juegos, mientras estos sólo se traten de eso, antes que...