Capítulo 51

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Multimedia: Melvv ft. Two feet- Not me

—¿Estás segura que no quieres que llame a Jazz para que estés con ella mientras me desocupo? —inquirió por octava vez mientras entrábamos en el edificio de las peleas ilegales

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—¿Estás segura que no quieres que llame a Jazz para que estés con ella mientras me desocupo? —inquirió por octava vez mientras entrábamos en el edificio de las peleas ilegales.

Ya había buscado en casa cualquier cosa que pudiera afectar a Arthur, sin embargo, no había encontrado nada que pudiera ayudarme, por ello, cuando me dijo que iba a venir, le pedí ir con él para tener un pretexto de entrar en la oficina, ya que en la mañana no hay muchas personas cerca.

Le sonreí y negué con la cabeza.

—Prefiero estar contigo hoy —murmuré con cuidado.

Sus ojos se quedaron sobre los míos por un largo momento antes de asentir con la cabeza .

—Está bien, luego de acabar aquí iremos a cenar con mi tío que está de visita —informó con calma, dió un paso en mi dirección y se inclinó para dejar un beso en mi frente—. No hagas nada raro, cariño.

—No lo haré.

Me observó por un breve momento, vi la chispa de desconfianza pasar por sus ojos y luego desaparecer con rapidez.

—Bien. No tardaré demasiado.

Le sonreí y asentí con la cabeza.

Lo observé alejarse en otra dirección a la que yo iba y luego recorrí con la mirada el lugar, había algunas personas practicando boxeo, otros estaban limpiando o charlando cómodamente, me dirigí a la oficina con calma y al cerrar la puerta detrás de mí; solté un suspiro tembloroso.

¿Cuál era el lugar perfecto para ocultar algo que puede destruirte?

¿Dónde ocultas la evidencia de tus secretos más oscuros?

Lo primero que hice fue buscar algún archivo dentro de la computadora, alguna cosa que me ayudará, sin embargo, no había mucho más que facturas y cosas que no era capaz de comprender por completo, al darme por vencida con la computadora busqué por los cajones y los lugares en los cuales creía que podía encontrar algo.

No sabía cuánto tiempo había pasado buscando y no había tenido éxito alguno.

No había papeles.

Ninguna fotografías.

No había nada y estaba perdiendo lentamente mis esperanzas de hallar algo.

Me acerqué a una de las paredes y me deslicé por está hasta llegar al suelo, cerré los ojos por un breve momento y la melodía de ahogada de una canción llegó hasta mis oídos, dejé salir un suspiro tembloroso y ladeé la cabeza hacia un lado, dando con el estante de madera, había una pequeña distancia entre este y la pared.

Fruncí el ceño al ver que había algo colgando detrás de este, introduje la mano y mis dedos rozaron lo que parecía ser una tela, me levanté del suelo cuando no fui capaz de tocar algo más, me posicioné delante del estante y moví un poco, cuando volví lo ví.

El recuerdo de un amor ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora