¿Me creerían si les digo que odio la Navidades? No, ni yo me lo trago.
Se puede decir que soy una obsesiva-compulsiva de la Navidad y que tengo espíritu de elfo y reno. Hace dos semanas que fuimos a comprar un árbol nuevo con mi tía al Walmart y elegimos uno precioso. Es enorme, mucho más alto que yo, inclusive Aria (y eso que mide 1,70) Lo decoramos con adornos plateados, luces y nieve falsa. Realmente había quedado como los árboles de las películas yankees, y todo eso gracias a que había musicalizado el momento con mi playlist 'Hits Navideños' de Spotify. Todas las habitaciones tenían alguna decoración y Tony vestía todo el día con su disfraz de reno. Creo que fue una buena idea comprárselo.
Adoro Diciembre. Ver las películas navideñas, inclusive las de Mickey Mouse son buenísimas. A pesar de que ya las vi más de cien veces no me canso de hacerlas, hasta me se los diálogos de memoria. Salir a la calle y que estén las calles y los negocios decorados. Sería mucho más lindo si nevara, pero seamos realistas, vivo en Argentina donde pasas una Navidad en la que si pudieras quedarte en ropa interior frente al aire acondicionado sería un privilegio. Amo ver la emoción de los niños al llevarle la carta a los buzones que hay en los Shoppings esperando que les lleguen a Papa Noel. Incluso me emociona el alboroto en las jugueterías y tiendas de ropa por los descuentos, cosa para la que mis amigas carecen de paciencia.Era jueves, el día anterior a Nochebuena. No sé cómo se acostumbra a festejar en sus países, pero en el mío la tradición es celebrar la noche del 24 y reunirse de nuevo con la familia el 25 al mediodía. Estábamos con Aria, Tessa y Tony (a pedido de mi tía ya que no tenía quien lo cuidara) comprando la vestimenta que usaríamos al día siguiente. Como Tony se quejaba todo el tiempo porque no quería caminar le alquilamos un carrito con forma de perro en el que iba felizmente taladrandonos los oídos con la repulsiva música que largaba ese aparatucho.
Habíamos recorrido diez tiendas y nada nos llamaba la atención. Tessa había dicho que evitemos entrar a Forever 21 ya que la cola salía de la tienda y recorría unos quince metros de los corredores, pero no nos quedaba otra opción. Tony se iba a fastidiar y quizás lo perderíamos, así que decidimos dejarlo en la guardería de ese piso. La niñera nos otorgó como un móvil que era igual a uno que le dieron a Tony y con eso podíamos localizarlo además de comunicarnos.Fuimos a la tienda a pesar de los quejidos de Tessa y apenas entramos nos espantamos. Mujeres corriendo y arrancándose vestidos entre ellas, otras arrastrando grandes canastos a los probadores, otras que llevaban más de cuarenta bolsas (puedo jurar que las conté) Para que se den una idea, esto es muy similar a la escena de la película de Peligro, menores sin control en la que llevan a todos los chicos del aeropuerto a la zona restringida.
-Hey Alli creo que encontré algo -Dijo Aria tratando de sacar un vestido del fondo de una canasto
Cuando lo logró sacar vi que era precioso, de color rojo brillante y ajustado. La prenda no duró muchos segundos en las manos de mi prima ya que vino una rubia y se lo arrancó, pero Tessa reaccionó rápidamente.
-Eh loca que te pasa, ese vestido lo elegimos nosotras.
La rubia siliconada se dio media vuelta y la miró con cara de asco, y cuando mi amiga se cruzó los brazos con cara desafiante supe que estábamos en graves problemas.
-¿Dice en algún lugar que es tuyo? ¿Ya lo pagaste? Mostrame el ticket
-No, no lo pagamos, peor íbamos en camino.
-Entonces si me disculpas voy a pagarlo yo -contestó caminando hacia la caja
-No si puedo evitarlo -dijo Tess caminando hacia ella y arrancándoselo de las manos.
Como se imaginaran esto terminó en pelea, y mi querida amiga le revoleó un zapato a la rubia hueca. Conclusión, nos terminaron echando de Forever 21 y la chica nos soltó unas cuantas maldiciones.
-Move tu culo operado lejos de mi rubia hueca -le gritó Tessa sacándole su dedo del medio.
Se puede decir que mi amiga tiene problemas de tolerancia. Aria se rió tanto que se meó encima y tuvo que ir al baño a secarse un poco. Sí que habían sido unas compras divertidas.
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Problemas atípicos de una adolescente
Novela JuvenilUna vida difícil, una familia desunida, un amor no correspondido y más cosas llegarán a enloquecer a Allison a tal punto de preguntarse por qué aún sigue con nosotros. Los días se vuelven complicados, sin distinguir ningún rumbo a donde ir. Pero sie...