11. Misterioso

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—¿Que demonios haces en mi habitación?

—La puerta estaba abierta.

—Claro que no. Sal de aquí—lo trato de echar de mi habitación, no sin antes quitarle mis bragas.

—¿Como es que te sientes cómoda llevando caballos homosexuales en tu trasero?

—¡Largo Ashton!—le lanzo un cojin.

Finalmente sale de mi habitación soltando una risa bastante escandalosa, siento mi rostro caliente y sé que debo estar hecha un tomate andante. Estoy muriendo de vergüenza.

Definitivamente después de esto, tengo que renovar mis bragas, aunque esas eran de mis favoritas. No me sorprendería que Ashton le comente su descubrimiento a sus estúpidos amigos. Espero que no se les ocurra venir a molestar.

Comienza a sonar Havana de Camila Cabello y el pegadisímo ritmo me hace mover las caderas mientras voy dejando las prendas dobladas en mi armario. Termina la canción y le sigue otra pero en ese momento escuchó el llamado de John, voy bajando las escaleras cuando me pide que llamé a Scott también. Sin replicar voy en busca del simio, a su cuarto de juegos.

—¡Joder Dean! ¡Cubreme de ese pendejo!—esa creo fue la voz de Alex.

—¡Carajo! ¿Ashton donde mierda estas? ¡Me estan matando putamadre!—y esa fue la voz del simio.

Al entrar a la habitación observo a los chicos, cada uno con un mando en sus manos mirando con suma concentración la pantalla que descansa—momentaneamente por la mudanza—en el piso.

—Scott, John nos llama.

Salgo de la habitación pero al no escuchar una respuesta suya me detengo, así que vuelvo a la habitación. Talvez como esta en 'modo simio' no me escuchó.

—¡Scott, John nos llama!

—¡Mierda Ashton, que me cubras te digo!

Y ahí es cuando caigo en cuenta que tienen audifonos con microfonos por donde sueltan todas sus groserias. Esta sera la última que lo llamó, mi paciencia se agota.

—¡Scott!

Nada.

Me adentro a la habitación y ellos ni se percatan de mi presencia hasta que llego al enchufe del televisor y sin previo aviso tiro de el. Los cuatro quedan en un estado de shock mientras giran la cabeza lentamente hacia mi, los cuatro sincronizadamente.

Veo que Scott se esta conteniendo el despotricar contra mi, pero lo siento, ustedes son testigos que lo llame y muchas veces.

—Ni me mires así, te estuve llamando por mucho tiempo.—camino hacia la puerta—John nos llama, ahora.

Ni bien pongo un pie fuera de la habitación escucho sus gritos llenos de lamentos por su partida perdida.

—¡Estaba apunto de superar mi record!—Scott se lamentaba.

Baje las escaleras y fui rápidamente a la cocina para ayudar a mamá a poner las compras en su lugar, cuando estabamos en nuestra antigua casa siempre la ayudaba en esa tarea mientras conversamos de cosas de la escuela y del hospital. Pero al llegar a la cocina veo a John ayudando a mi madre con las compras mientras ríen con disímulo.

Scott llega a mi lado junto a los otros tres, evito a toda costa cruzar mirada con Ashton. Aún me siento avergonzada al recordar que vio mis bragas de unicornios.

—Papá, ¿me llamabas?

John voltea al oír a su hijo y asiente.

—¡Hola chicos! No sabía que estaban aquí—saluda a los amigos del simio—Bueno, les quiero presentar a Natalie, mi futura esposa y Jennifer aunque creo que ya la conocen.

Prometo No EnamorarmeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora