Triángulo Amoroso ⚠ Juego Peligroso © No terminada

Capítulo XVI - La pesadilla continúa

Todos tomaban una nota de la pared para leerla, yo los imité.

"¿Pensaron que no volverían las notas? Pues se equivocaron.. En esta ocasión hablaremos de una persona y su secretito. Ella es una perra y tiene un pasado algo oscuro, si no me creen pueden preguntarle a sus compañeros de parranda. ¿No saben de lo que hablamos? Se trata de una ramera que se esconde tras el disfraz de niña buena, no hace mucho tiempo que se la pasaba de fiesta, entre adicciones como el tabaco, el alcohol y no sabemos si probó las drogas, pero es probable. Sus padres descubrieron su conducta y la enviaron a este Internado. Vamos a dejar el misterio, el nombre de la perra es Britney Monroe. Sí, la simpática Brit. Y ahora les dejamos unas fotitos para que vean que no mentimos, que las disfutes Britney".

Inmediatamente al terminar de leer la nota, Britney bajó la mirada para encontarse con algo más desagradable que el chisme en sí, las fotos de su pasado. Comenzaron a salir lágrimas de sus ojos.

-Pero, ¿quién pudo hacerme esto? -dijo Brit en un hilo de voz, casi no podía hablar.
-No lo sé, pero el que lo hizo es una persona muy mala -dijo Hayley. Aunque su expresión facial no daba rastros de estar enfadada, más bien, no daba rastros de nada, estaba totalmente inexpresiva, como si mientras hablara estuviera distraída pensando.
-La persona que lo hizo no tiene perdón. -Arrugué el papel que tenía en las manos y lo arrojé-. Tenemos que descubrir quién es el que está escribiendo esas notas, no sé cómo, pero lo voy a descubrir -dije.
-Lo siento. Yo.. Necesito estar sola un rato -susurró Britney. Se fue rumbo a la habitación.
-Tú -dije señalando a Hayley- y yo tenemos que descubrir al responsable de esto.
-Pero, ¿cómo? -respondió.
-No lo sé, pero te aseguro que cuando sepa quién es, y lo voy a saber, el responsable va a desear no haberse metido conmigo y con mis amigas. Eso puedes jurarlo.

Se escuchó un ruido: era la puerta de la oficina del director, que estaba saliendo. Al vernos se desvió de su camino y se acercó a nosotras.

-Señoritas, ¿qué están haciendo aquí? ¿Por qué no están en clases?
-Estabamos terminando de desayunar -le dije.
-Mmm.. Bueno, pero vayan a su salón. Vamos, no pierdan tiempo. -Al terminar de decir eso último, su mirada fue a dar con las paredes llenas de notitas. Se quedó mirando con curiosidad. Dejó de prestarnos atención, se acercó a la pared y tomó una nota -. ¿Alguna de ustedes sabe qué es esto? -nos preguntó, mientras agitaba su mano derecha en la que llevaba un pedazo de papel amarillo. Nosotras nos miramos.
-Ehm.. No, Sr. Peeg, no tenemos idea de qué pueda ser -mintió Hayley.
-Y si nos disculpa, tenemos que ir a clases -dije, tratando de salvar la situación. Halé por el brazo a mi amiga y la llevé a rastras hasta el salón de clases.

La clase de Arte fue bastante aburrida el día de hoy, a pesar de que esa es mi materia favorita. Sonó la campana, todos salieron del salón, excepto Hayley y yo.

-¡Qué flojera la clase de hoy! -me dice.
-Estoy de acuerdo, y eso que es mi favorita, pero con todo lo que pasa no la puedo disfrutar -le respondo.
-Sí, y por cierto, ¿dónde está Britney? No entró a clases.
-Lo más seguro es que esté en la habitación.
-Sí, creo que quería estar sola.
-Y después de lo que le hicieron es perfectamente entendible.
-Todavía no puedo creer que haya personas así, tan malas -dice Hayley.
-Pues sí, las hay. Pero yo personalmente me voy a encargar de descubrir al autor de las notas para que no haga más daño -le dije, mirándola fíjamente.

Hayley y yo caminábamos juntas mientras seguía nuestra charla. Salimos del salón y al pasar por el pasillo -el mismo en el que habíamos estado cuando sucedió lo de Britney- notamos que en las paredes ya no había nada, ni rastro de que alguna vez hubo algún papel pegado. Alguien se encargaba de limpiarlo por segunda vez.

-¿Para qué quitan las notas de la pared, la idea no es que todos se enteren? -digo.
-Yo me pregunto lo mismo, pero puede ser que lo hagan con alguna intención específica.
-¿Cómo así? ¿Qué la intención no es que todos en el Internado lean lo que escribieron? -vuelvo a preguntar.
-Tal vez no. Podría ser que solo les interesa que lo lea alguien en especial, no sé, se me ocurre. Pero puede que me equivoque -explica Hayley.
-Puede ser que te equivoques, pero esa es la teoría más lógica que hay para explicarlo. O también, podría ser que la persona que quitó las notas de la pared no sea la misma que se encargó de pegarlas, que sea alguien en contra de alguien -le digo.
-Eso tiene mucho sentido, porque siempre hemos hablado de la persona de las notas, ¿pero qué tal si hay más personas involucradas? Si hay cómplices, o saboteadores.
-No lo sabemos en este momento, pero quiero investigarlo. ¿Qué te parece si tú y yo jugamos a las detectives? -le pregunto.
-Me parece perfecto, si no lo proponías tú, lo iba a hacer yo. Pero, no quisiera meter a Britney en esto, con lo que le acaba de pasar...
-Sí, debe sentirse muy mal. Está bien, tienes razón, al menos por ahora es mejor no decirle nada a Britney.

Cada una tomó su camino luego de estar de acuerdo en no hablar de nuestros asuntos con nadie que no fueramos nosotras, estar muy atentas siempre y vigilar muy bien a cualquiera que pareciera sospechoso.

Yo hice algunas cosas luego de mi conversación con Hayley, leí, comí, etcétera. Y más tarde, cuando entré en la habitación, vi que mis amigas estaban allí, Hayley usaba su computadora y Britney estaba profundamente dormida.

* * *

Desperté. Fui a desayunar, mis amigas ya me esperaban en la cafetería, comimos y charlamos un rato. Parecía una típica charla de chicas, todo era tan normal, me encanta esta sensación de normalidad, pero sé que es falsa. La conversación no es normal, nada lo es en este momento. Al menos es bueno sentir que no hay ningún problema, aunque sea por un instante.

El ruido del timbre para entrar a Ciudadanía, que es la primera clase, se escuchó en todo el Internado. Los alumnos caminaban con mucha pereza, ya estaba más cerca el fin de semana. Parece que cuando más se acercan las vacaciones, más flojera tienes. No puedes esperar que sea el día que estés libre de trabajos, examenes, exposiciones y todo lo que tenga que ver con tareas. Aunque a mi, las tareas me dan igual. Lo único que quiero es a mi profesor.

-Y es lo que voy a tener... -fue lo que pensé antes de cerrar el locker y guardar mi celular. Le mandé un mensaje a Chris, al terminar la clase, vendría a ver si había respuesta. El mensaje decía: "Hola Chris, me preguntaba por qué no me habías escrito, pero recordé que no tienes mi número. Ahora sí lo tienes. Espero que no te olvides de mi, así como yo, que no dejo de pensar en ti. Tengo algunas cosas que hablar contigo y quiero verte. Sandie".

Terminó la clase e inmediatamente fui al locker, guardé unos libros y tomé mi celular, lo encendí, tenía 2 llamadas perdidas y 1 mensaje de Chris: "Desde que me fui estuve esperando tu mensaje. Yo también quiero verte. No me olvido de ti, no dejo de pensarte. Yo también necesito decirte algunas cosas. Tengo una sorpresa para ti, quiero que vayas al estacionamiento en el receso para almorzar. Te mando un beso, Chris".

*** Hola linduras, ¿les gustó el capítulo?
Ya saben que si quieren enterarse de la sorpresa que le tiene Chris a Sandie, lo que tienen que hacer es leer el siguiente capítulo...

Quisiera su opinión acerca de varios temas relacionados con la historia:
¿Les gustaría que regresara el profe?
¿Qué pareja les gusta más, Sandie con Chris o Sandie con Jeremy?
Y por último, déjenme sus teorías en los comentarios, ¿quién creen ustedes que es el responsable de las notas y su limpieza?

Gracias por leer la historia, los amo!!! 😊😊😊 ***