I-Una prisión.

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Era el inicio de la madrugada, una muy fria, la lluvia golpeteaba armoniosamente los tejados, el viento cantaba una balada con voz susurrante,la ciudad dormia mientras la madre naturaleza tocaba una de sus mejores sinfonías "Tormenta nocturna" asi le llamaba un misterioso ser que no dormia, rondaba en las entrañas de aquel antiguo teatro, el Escarlett Ink Palace, famoso por su historia y sus espectáculos, bailes, obras, musicales, shows de magia y comedia, todos eran bienvenidos a disfrutar de lo que el teatro podia ofrecer, siempre con cariño, todos bienvenidos.

El repudiaba eso ultimo, odiaba que gente ignorante y de mente cerrara viniera a su palacio y se sentara cómodamente a criticar con venenosa intención los programas, pero el respeto y afecto que les tenia a los dueños del lugar no le permitian hacer de las suyas, ¿qué pensarían de el si se diera la libertad de correr a la chusma? ¿sería la forma correcta de agradecerles todo lo hicieron por el? Obviamente no, sus pensamientos siempre parecian una discusión sin final, almenos cuando estaba solo, con un suspiro frio retiro su vista de la pequeña ventana improvisada que habia creado y se adentro mas en lo que ahora era su prisión, entre largos pasillos ocultos se paseaba, buscando la fuente de su fantastica obsesión, que irónicamente lo mantenia cuerdo, atento a los sonidos que la noche le ofrecía se detuvo frente a un marco sin puerta, una vela le daba vida a esa habitación en particular y, espera, el sonido de un viejo piano siendo tocado con una armoniosa torpeza, ahí estaba, la razón de su obsesión.

Un joven, su enigma favorito, mientras lo veia tocar con temor el piano, recuerdos de un pasado no muy lejano, unos 10 años para ser exactos, inundaban su mente.

~FlashBlack~

-'¿Qué haces ahí en la oscuridad? ¡Hace mucho frio aqui! Puedes enfermarte y eso no es lindo'- retumbó una suave voz entre la oscuridad, su mirada se enfocó en la pequeña y ardiente luz de la que la voz provenía, algo confundido trató de poner su semblante mas dominante, defender su territorio, pero la pequeña luz solo se acercó más, pequeños pasos salpicantes,voz suave y una pequeña vela, no eran una gran amenaza, por ahora.

-'Hola, ¡Vine a salvarte!'- Cuando su fria mirada se acostumbro a la luz de la vela pudo ver aese pequeño intruso, cabello rizado y alocado, grandes ojos brillantes, una aperlada sonrisa.

--¿Salvarme?...¿A mi?-- una voz profunda y suave hablo con seductora curiosidad, el pequeño asintió con una sonrisa, el mayor solo solto una risilla y hablo de nuevo.

--Niño, soy el guardian de este palacio, dueño de las sombras y la noche, hago con estos pasillos mi voluntad, puedo hacer que las paredes se cierren aplastandote hasta hacerte pure si lo deseo, ¿Quién crees que necesita ayuda de nosotros dos?-- amenazó con arrigancia mientras veia el rostro asustado del niño, analizando sus posibilidades trago saliva y extendió su pequeña mano al ensombrerado misterioso, quien solo arqueo sus cejas con indiferencia.

-'Pero si haces eso, no podre sacarte de aquí, debe ser muy aburrido estar aqui sólo sin nadie con quien jugar'-

--Creo que no entiendes tu posición aqui, soy la sangre que mantiene vivo este lugar, puedo hacer que el suelo te trage y no escupa nada mas que ese horrendo par de zapatos que traes puestos--El pequeño levanto uno de sus pies para poder ver sus ofendidos zapatos, la imponente figura oscura noto que su liz estaba muriendo, rodo los ojos en fastidio y continuó-- así que regresa por do de viniste y dejame solo--

El pequeño por instinto jalo de la capucha roja que adornaba los hombros de aquel misterioso hombre.

-'No puedo dejarte aqui, almenos no en la oscuridad, toma esto'- decia mientras soltaba la tela roja para buscar en su bolsillo, estiró su pequeño puño, el ensombrerado se agachó para poder ver de cerca aquel objeto misterioso que el niño le ofrecia, una vela de color dorado, le parecio absurdamente hermosa, sin darse cuenta ya habia tomado la mano del pequeño quien lo miraba asombrado, esto lo sacudió un poco, odio, desprecio e incluso miedo, era lo que siempre recibia cuando alguien llegaba a descubrir su existencia, el niño le sonrió de manera apenada, el mayor corto el largo choque de miradas mientras se reincorporaba, agradecio el regalo, ganandose una sonrisa del pequeño.

--Te ayudare a salir de aquí, es muy peligroso para un niño andar solo por aqui y espero que esto no se vuelva a repetir, estoy siendo misericordioso, solo por tu ofrenda claro esta-- el niño asintio apenado bajando la mirada, el mayor soltó un suspiro y tomo su mano. Después de una caminata de 20 minutos con una que otra pregunta casual y un niño cabizbajo, llegaron a lo que el niño uso como entrada, el mas joven se despidió con la mirada triste mientras entraba en el gran hoyo de la pared, la sombra suspiro con resignación.

--Escucha niño,gracias por tu ofre...regalo, me será muy util aqui abajo, me has salvado--Dijo con un tono amable a lo que el chico giro su cabeza rápidamente con una gran sonrisa y luego desapareció entre las viejas paredes.

Obviamente el pequeño no hizo caso a la advertencia sel ensombrerado y siguio visitandolo.

~Fin del flashback~

--Aun no entiendo como encontraste mi escondite-- su voz fue como un balde de agua fria sobre el joven, pues este salto alarmado, al ver a su viejo amigo con una sonrisa burlona dejo salir su aliento en señal de alivio.

-¡Mascherata! Odio cuando haces eso, ¡ya no es divertido!- el fantasma rio ante el berrinche de su joven camarada, se acerco a paso lento y tomo su mano besandola.

--Mil disculpas Hexe, no fue mi intención, estabas tan concentrado con el piano que no quise interrumpir tu momento de inspiración-- el chico rodo los ojos con una sonrisa en los labios, su amigo amaba el drama tanto como la musica misma, aceptado las disculpas los dos tomaron distancia.

--¿Que te trae a mi humilde morada,amigo mio?, sabes que me encantan tus visitas, pero se que últimamente has estado trabajando en un nuevo truco para tu espectaculo, lo cual odio porque te mantiene alejado de mi, y se que aun no esta terminado, asi que...- El chico bajo los ojos con vergüenza y suspiro cual chica enamorada, aunque su compañero no sabia la diferencia.

-Tengo noticias...-

--¡Excelente! ¿Qué clase de noticia...?--

-De arriba...- 

--Oh...en ese caso...por favor toma asiento-- Señalo con un elegante ademan el gran y viejo, pero cuidado, sillon, el chico solo asintió y tomo asiento dejando espacio para que su compañero se sentará junto a el.

--Cuéntame...¿A quién debo aniquilar?--

The Hat Of The Opera(VillanosAu/PeperHat)Where stories live. Discover now