Un descanso a través de la infidelidad

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"Te odio porque ahí estabas, esperándome en la estación de tren con la misma sonrisa con la que me recibiste la primera vez que nos vimos hace ya casi 4 años.

El tiempo parecía no haberse ni inmutado entre tú y yo. Como si hubiéramos vivido en realidades paralelas que, por fin, volvían a colisionar."
Fragmento del libro Eres el príncipe de todos mis palacios.


Cataluña, el lugar del cual pertenezco, donde mis viejas y primeras ilusiones nacieron, terminaron. Hoy viajaba por algo bastante peculiar a mi parecer, una "cena de fin de año" (lo digo entre comillas porque obviamente será una fiesta) de mis ex compañeros de bachiller. Tenía muchísimas ganas, hace meses que no veía a algunos y otros, incluso años.

Mensaje de Sergi.
[30/12 17:50] Sergi : COSOOO ya has tomado el ave?? √√
[30/12 17:51] DavidCalvo : PRINGAOO que estoy llegando a la estación pesado, tantas urgencias en verme? √√
[30/12 17:52] Sergi : Obviamente quiero verte tío, DOS MALDITOS AÑOS ENTIENDES ESO? Anda me avisas cuando llegas √√

Últimamente he estado en contacto con muchos de mis amigos de allí, pero especialmente con Sergi. Es al único al cual puedo contarle ciertas cosas. Nunca hubo un día en que no tengamos química. Pero, yo estoy con mi pareja ahora. Y me siento amado.

Se dirige la habitación.

-Ya me voy amor...-

-Shhh, ¿no ves que estoy hablando con un amigo joder?-

-Te acuerdas de que hoy me iba a Barcelona, ¿no Zeus?-

-¡DAVID que te calles!-

-...-

Cierra de un portazo para ir derecho a la estación.

Mi pareja ya no es el de antes. El cantante rebelde de mis sueños, bueno... Creo que nunca llegó a serlo. Se me hace borroso el recuerdo de ese día en el que chocamos en la barbacoa de unos amigos. Él en busca de metas y yo al borde de cumplirlas.

Siempre al borde.

(...)

Ya en Barcelona me dispuse a ver lugares que hace mucho no visitaba. Como extraño todo esto, de hecho yo vendría más pero a Zeus no le gusta viajar y me incomoda ir sin él.

Se hizo la hora de ir a la casa de mi amiga, a la "cena de fin de año".

Llegué y para mi sorpresa me estaban esperando todos. Saltaron a abrazarme súper contentos, no es que niegue que me extrañaran pero digamos que no era el más sociable del curso.

Al terminar de saludar a todos lo busqué, lo busqué porque no voy a engañaros. Estar con él es sentirse seguro, en paz. Volvimos a hablar después de tanto llevaba acumulando mis ganas de abrazarlo después de todas esas noches, las profundas donde pedía a gritos un te quiero. Todavía no había llegado, así que me dispuse a actualizarme, charlar para encontrarme con compañeros casados e incluso con hijos. Y yo aún sin saber lo que se siente que te digan que quieren un futuro contigo, a tu lado.

Alguien tocó la puerta, y efectivamente era él. Estaba radiante como siempre, con la misma forma o incluso más marcado que cuando nos vimos ese día en la celebración del estado. Con sus ojos dulces como la miel, su barba con la que fantaseé tantos tiempos libres y su sonrisa, joder su sonrisa.

Me faltaba...

-¿Y David?-

Su voz.

Me di la vuelta.

-OSTIA TÍO.-

Corrimos y me levantó por los aires, fue como recibir ese cariño prometido en todos esos mensajes de texto en los que dejaba desnuda hasta mi última lágrima. Me hundí en su cuello y aspiré su colonia. Que le jodan a los demás y sus preguntas obvias de "¿Qué hacen estos dos parguelas?"

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