¡Al fin!

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Gladio llego hasta el hotel, con Ignis aun en sus brazos. Al acercarse a la habitación, vio como Noctis y Prompto estaban aun en la mesa con varios platos frente a ellos y discutiendo por quien se comería la última rebanada de tarta, la cual le pertenecía a Ignis;

- ¡preguntémosle entonces! - salto el rubio poniéndose de pie y señalando donde Gladio estaba intentando abrir la puerta de la habitación.

Ambos chicos se acercaron, cuando Gladio bajo a Ignis y lo coloco de frente contra la puerta para que este se apoyara;

-Iggy- soltó Noctis acercándose mientras era fulminado por un Gladio bastante atarantado, quien buscaba las llaves en sus bolsillos -Queremos saber si nos podemos comer tu tarta

-s-si- contesto el otro sin voltear a mirarlo

- ¿estás bien Iggy? - preguntó Prompto mirándolo con preocupación, el chico asintió con la cabeza. Gladio encontró las llaves y abrió la puerta de golpe;

-Iggy no se siente bien... así que no molesten- concluyo y miró a Noctis quien entendió lo que pasaba

-la repartiremos- exclamo el príncipe con una enorme sonrisa de satisfacción y cerró la puerta tras los otros dos.

Ya adentro, sin más, Gladio tomó a Ignis de la cintura de nuevo y lo atrajo hacia él en un profundo beso. Su mano comenzó a descender hasta que logro agarrar el trasero del oji verde, quien se estremeció y rompió el beso asustado;

- ¡hey! - dijo, mientras sentía las enormes manos del otro acariciando su trasero y apretándolo

- ¿Qué? - susurro el otro con su voz seductora -Llevo mucho aguantándome el poder tocar tu firme trasero

-no digas cosas vergonzosas

-el ejercicio te ha hecho bien

-igual a ti- contesto el castaño mientras que se deshacía de la camisa abierta de su compañero y volvió a retomar el beso que tenían antes. Gladio tomó eso como una invitación a continuar, así que, de un jalón, le quito el saco al castaño y lo fue acercando a la cama mientras que se iban quitando los zapatos.

Cuando llegaron, Gladio lo recostó y colocándose sobre él, empezó a quitarle la fina camisa de botones que tenía su compañero. Cuando ya la hubo quitado, el oji ámbar comenzó a descender por el cuello del oji verde, dejando pequeños besos desde el lóbulo de su oreja, bajando por el cuello y llegando hasta su bien formado abdomen;

-tus pezones son bastante delicados Iggy- dijo en son de burla, mientras que los lamia con una pequeña sonrisa pícara en su rostro

-basta- dijo el chico ahogando un gemido en su mano. Gladio rio en voz baja y mientras continuaba lamiendo y besando al otro, comenzó a juguetear con la protuberancia que aún se mantenía bajo los apretados pantalones de Ignis y sin esperar más, los desabrocho y comenzó a quitárselos ante la vergüenza del otro; - ¡hey!... mngh... ¿Qué haces?

-quito lo que me estorba- contesto el grande y lanzo los finos pantalones de Ignis hacia un lado. Luego, sentándose rápidamente, se quitó los propios y los lanzo también y quedando ambos en bóxer, continuo con lo que estaba haciendo.

Después de un rato, Gladio se separó de Ignis y lo miro fijamente, el castaño estaba completamente rojo, despeinado y con sus gafas algo torcidas, cosa que le pareció adorable;

-Gladio... por favor... - dijo el estratega con voz agotada -no me mires

-lo siento Iggy. - contesto el mayor, quitándole las gafas y tomando ambas manos del joven, las coloco sobre su cabeza y las apretó sobre el colchón con fuerza -Te ves demasiado irresistible... no podre contenerme más

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