The Soul →【Blindshipping】

XXXVIII

"Este sonido es para ti mi querido a quien echo de menos; la luna alaba las flores que florecen en la noche oscura, solo los sueños pueden resonar en mi corazón vacío, las estrellas caídas tocan esta canción sin fin"

Se encontraba en el templo de Deir el- Bahari, en Tebas, observo el regalo que la reina Hatshepsut le había dedicado, la imponente capilla donde solían encontrase ya solo era visitada por él y sus devotos, la reina había muerto y aunque quisiera derramar un par de lágrimas no pudo, él ya no poseía un corazón y aun así su devota reina le ofrecía el suyo, sin embargo ella solo era una simple humana y él un Dios.

Pero más ilógico le resultaba como la era de los Dioses se extinguía con el pasar de las lunas, ya solo quedaban los monumentos que alguna vez fueron venerados por los seres humanos, aún más absurdo el presenciar como él se presentaba con semejante vestimenta.

—Esa piel —dijo sin mirarle, el desdén se sentía en su lengua— ¿Es una burla de lo que representas?

Una reverencia hizo el joven de piel morena, aun portando la capa blanca encima, no pudo evitar reír ante el reclamo del chacal.

—¿Sigues molesto por que les deje escapar? —dice jocosamente, el mal humor del Dios le hace gracia, solo es parte de lo que fue y no volverá a ser.

—Amón Ra —dijo solemne— ¿A qué has venido a verme?

—Pronto nacerá la persona que podrá liberar al faraón —suelta mientras coloca una mano en su cadera dejando al descubierto su abdomen bien formado y las joyas que luce en su traje.

—¿Eso es todo? —responde sin animo, no le emociona, solo le demuestra el fallo de su travesía. Una nueva carcajada es lanzada por el Dios del Sol que ha tomado la forma humana.

—Lo que alguna vez fue tuyo ha tomado una nueva forma, no es un alma completa, pero ha logrado renacer, él renacerá en el cuerpo que alguna vez fue la encarnación de Osiris al querer volverse humano —Anubis le mira escéptico, esto es una locura, esto no puede pasar, no debería y aun así está pasando— al parecer al fin parte de tu deseo se hace realidad, al fin podrás hacer algo para ayudarle Anubis —sonríe de lado.

—Esto...

—Traerá problemas —habla antes de que termine— algo que ya nació ha robado el cuerpo de algo que aún no debe de nacer, pero aun así ambos se necesitan.

—Entonces cuando él pueda ayudarle.

—Deberá regresar lo que alguna vez tomo —le mira fijamente— deberás cazar y consumirle hasta que nuevamente sean uno Anubis.