El problema de decepcionarnos es que no volvemos a ser los de antes, estamos más rotos, frágiles, vacíos, sólo más tristes...
Cuando te rompen el corazón nunca vuelves a ser la misma persona. Todos dicen que tenemos que superarlo, pero ellos no saben lo mucho que duele acordarte de alguien que solía ser tu todo y para esa persona no eras nada.