Capítulo 2

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Son las dos de la mañana, no puedo conciliar el sueño...no es de extrañarse, debo de dormir algo...después de todo...aparentemente tengo mucho que hacer el día de mañana, sin darme cuenta me quedo dormida.

En eso despierto de golpe, era de día, estaba asustada, no podía creer que lo había olvidado, aunque no es que lo haya olvidado, como ellos dijeron, por más que lo intentara no podría haberlo hecho

Eran las 7:00am, era hora de empezar a arreglarme para ir a la escuela, cuando escucho a alguien tocar mi puerta, abro la puerta y era Kazune-Kun.

- ¿Qué sucede, Kazune-kun?

- Karin, ¿Cómo te sientes?

- Mejor, gracias a la medicina, me siento mejor - Dije con una sonrisa.

- Me alegra.

- Kazune-Kun, no tomes a mal lo que te diré pero, yo sé que no viniste hasta aquí para decirme eso, ¿verdad? - Le dije.

- Si, tienes razón, venía a decirte que hoy no iras a la escuela

- ¿eh?, ¿Por qué?, si te dije que me sentía mejor

- No quiero arriesgarme que te sientas mal en la escuela, para que te envíen a casa de nuevo.

- Ah...entiendo - Dije triste.

- ¿Sucede algo?, Karin

- ¿Por qué lo preguntas?

- Porque nunca te pones triste cuando te digo que no iras a la escuela.

- Es cierto, solo no quería atrasarme en la escuela, para que no me expulsaran de la escuela.

- Karin, ¿Estas segura que te sientes bien?

- Si, ¿Por qué?

- Empiezo a creer que sigues enferma, a ti no te importa atrasarte en la escuela y ahora sí.

- Ah...es verdad...puede que siga algo enferma - Dije riendo.

- Entonces tengo razón, es mejor que te quedes y no te preocupes por las notas, después te las pasare

- Gracias, Kazune-kun

- Si, entonces te veo después de la escuela

- Sí, no te entretengo más para que termines de arreglarte, espero que les vaya bien.

- Si, que te recuperes pronto.

- Gracias.

Entonces cerré la puerta, tiene razón. No estoy actuando con normalidad...aunque gracias a esto puedo seguir investigando como sacar el dinero, solo esperare a que se vayan, después de que se fueron, llame al banco para saber si había alguna forma de que me retiraran el dinero antes, lo que me dijeron era que tenía que ir a las instalaciones para hablar de ese asunto, así que me arregle y salí de la casa para dirigirme al banco.

Cuando llegue al banco pedí hablar con el supervisor, era una persona mayor que yo, pero era joven, se llama Ryou, tiene como unos 34 años, creo, no sé realmente con exactitud su edad, pero es una persona gentil y amable, quien me ayuda con mi herencia dejada por mis padres, el también sabe que mi tía abusaba de mí, así que es una persona en la que pueda confiar ya que era amigo de mis padres.

- ¿Sucede algo Karin? – Me pregunto

- Si, de hecho vengo aquí a hablar sobre si me era posible retirar algo del dinero de mi herencia.

Un pasado ocultoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora